El cuerpo ensangrentado de Luis Antonio Aragón, de tan solo 12 años, quedó bocabajo justo al lado de la puerta de tablas que lo separaba de su habitación, en donde plácidamente dormía junto a su mamá, pero la violencia despiadada y cruel que se disputa en el Catatumbo, no le permitió despertar y le arrebató la vida al pequeño. Mientras tanto, su mamá quedó gravemente herida y se debate entre la vida y la muerte en un centro médico de Tibú.

La noche del 15 de mayo, la muerte llegó desde el aire, justo a la casa del niño, ubicada en la vereda 20 de Julio, zona rural de Tibú, en donde otras familias también recibieron esquirlas y terminaron heridos, y todo por culpa de manos asesinas que manipulan desde hace varios meses estos aparatos electrónicos, a los que le incorporan una granada cuidadosamente fabricada o un mortero, para luego liberarlos sin importar que caigan sobre víctimas inocentes como ocurrió con Luis Antonio, su familia y vecinos.

Según la Asociación Campesina del Catatumbo tras el ataque con drones, también resultaron heridos:

• ·         Edgar Giovanny Contreras
• ·         Flor María Contreras
• ·         Leonardo Estiven Garavito
• ·         Jeiler Jhoan Contreras
• ·         Maryury Raquel Ortega
• ·         Deisy Girenis Contreras
• ·         Roque Julio Ortega
• ·         Jhoana Vargas
• ·         Dainer Ortega
• ·         Daira Julieth Ortega
• ·         Dayly Giret  Ortega

 Marli Floredis Aragón, mamá de Luis Antonio, fue trasladada en ambulancia al casco urbano de Tibú, en estado crítico. Los demás heridos también fueron evacuados para recibir atención hospitalaria y se espera que quienes están graves sean trasladados a Cúcuta.

“Esta muerte de un niño en medio de la guerra que se libra en las montañas del Catatumbo debe causar todo el repudio y rechazo a los grupos armados que han dejado una dolorosa tragedia en esta familia, así como las demás ocurridas entre marzo y lo que va de mayo”, dijo un líder social de la zona a La Opinión.

Enfrentamientos entre guerrillas

La noche del miércoles 15 de mayo, se vivió en medio de confrontaciones armadas entre el Eln y la disidencia del frente 33 de las Farc. Tales enfrentamientos tuvieron lugar específicamente en un sector conocido como Tres Aguas, cerca de otra zona llamada Bello Horizonte, donde se han reportado fuertes enfrentamientos en los últimos días, así como Versalles y municipios cercanos.

Este ataque se suma a una preocupante cadena de hechos violentos que involucran el uso de drones con explosivos en la región del Catatumbo. Organizaciones defensoras de derechos humanos han alertado sobre la creciente frecuencia de este tipo de armas en zonas habitadas, lo que está aumentando de forma alarmante el número de víctimas civiles.

"Esta no es una guerra entre ellos, es una guerra contra nosotros, los civiles", expresó otro habitante de la zona visiblemente afectado.

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