La experticia y la valentía de los integrantes del Grupo Marte del Ejército volvieron a estar a su favor, para normalizar el paso vehicular en la vía Astilleros-Tibú, en el corregimiento Santa Rosa, donde miembros de la disidencia de las Farc dejaron un artefacto explosivo al lado de dos tractomulas cisternas con las que bloquearon la movilidad.
Con sigilo, seguridad y aplicando los protocolos rigurosos necesarios en cada procedimiento, los militares llegaron a través de una maniobra de asalto aéreo a la zona, para posteriormente acercarse al explosivo.
La amenaza de una posible emboscada u hostigamiento por parte de la disidencia de las Farc estuvo latente, por lo que el Ejército sabía que no se podía cometer ningún error.
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Por esto, los militares evacuaron a tres familias que estaban en sus viviendas a 30, 50 y 60 metros de distancia de donde fue dejado el artefacto.
‘Jackie’, un canino antiexplosivos perteneciente a este grupo fue el que les dio la señal a los cinco integrantes del grupo Marte, de que efectivamente sí había presencia de explosivos, por lo que la labor se intensificó.
Los equipos bloqueadores de señal se activaron para evitar cualquier activación repentina alrededor del lugar, mientras que los militares enviaron el robot con una contracarga para minimizar el riesgo del artefacto.
En medio de la inspección, los uniformados hallaron un costal en el que había una caja y dentro de esta estaba un extintor modificado que contenía al menos 2.5 kilos de explosivo, con cables.
“La obra del robot es dispersar los elementos con los que está armado el explosivo y así poder manipularlo para destruirlo de manera controlada”, explicó una fuente cercana a las pesquisas.
El técnico con su traje especial de protección se acercó al objetivo y completó la acción necesaria para poder destruirlo de manera controlada sin afectar la vía, ni el sistema de acueducto y la energía alrededor del lugar.
Según se conoció, cada tractomula estaba cargada con 11 mil galones de combustible, lo que hubiese podido empeorar el impacto de la explosión en caso de que el artefacto se hubiera accionado por parte de la disidencia.
“Llegamos los cinco y teníamos que regresar los cinco. El primer error puede ser el último”, recordó uno de los uniformados que estuvo en el procedimiento, insistiendo en que cada movimiento del grupo Marte es analizado, planeado y ejecutado con la mayor certeza posible.
Finalmente, sobre las 5:00 de la tarde del jueves, después de al menos una hora y media del procedimiento, el paso vehicular hacia Tibú regresó a la normalidad, dejando un saldo positivo, sin ninguna afectación a la Fuerza Pública ni a la comunidad.
Esta acción de la disidencia de las Farc se dio en medio de una arremetida del miércoles, cuando fue asesinado un soldado profesional en El Tarra y cuatro más resultaron heridos. Asimismo, la subestación de Policía en La Gabarra, zona rural de Tibú, también fue atacada con explosivos, sin dejar uniformados lesionados.
El balance
En lo corrido de este año, el Ejército ha destruido 87 artefactos explosivos improvisados y 92 minas antipersonal, en Norte de Santander. Asimismo, ha encontrado 49 medios de lanzamiento. Los uniformados también se han incautado de 160 granadas en la región, lo que deja entrever que los grupos armados ilegales siguen empleando estos métodos de guerra para atacar a la Fuerza Pública.
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