En la casa de Jhan Carlos Valderrama Arias, ubicada en la ciudadela La Libertad, de Cúcuta, hay un ambiente sombrío y lleno de mucha tristeza y dolor. Y no es para menos. El joven, de 22 años, es una de las víctimas de la masacre de cuatro personas, que se presentó el pasado 26 de noviembre, en Leticia (Amazonas).

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En 2018, Valderrama Arias decidió irse de Cúcuta para esa zona fronteriza con Brasil a buscar un mejor futuro para él y así poder ayudar a su familia. Pero tristemente, hace siete días, Jhan Carlos, Leonardo Alexander Moreno Manuares, Antoni Manuares y un menor de edad, fueron asesinados cuando se tomaban unas cervezas después de un jugar un partido de fútbol. 

Ayer, en la casa de los papás del joven, se reunieron familiares y amigos a esperar la llegada del féretro, además, aprovecharon para orar por el descanso eterno de Jhan Valderrama y recordar los buenos momentos que pasaron junto con él.

A medida de que los amigos de la familia fueron llegando en taxis y motos, la tristeza y el dolor se iban haciendo más fuertes.

La compañera sentimental de Jhan Carlos también viajó desde su natal Leticia, donde conoció y se enamoró de él. Ella también quiso darle el último adiós al amor de su vida.

Algunos familiares de Jhan Valderrama contaron que él salió de su casa en Cúcuta con una maleta llena de sueños y habilidades para trabajar como obrero de construcción y jugador fútbol, una pasión que lo acompañó hasta el último día de su vida.

Así los asesinaron 

Lo ocurrido ese sábado 26 de noviembre, cuando se registró la masacre, aún es muy confuso, pues lo único que se dice es que solo se escucharon unos disparos dentro de un estanco en la zona céntrica de Leticia y cuando algunos curiosos entraron a ver qué sucedió, vieron a las cuatro personas muertas, dos de ellas vestían uniformes de fútbol. 

Un familiar de Jhan Carlos Valderrama le contó a La Opinión que el joven salió de su vivienda, ubicada en el centro de Leticia, a jugar fútbol junto con tres familiares de su esposa y unos amigos. Una vez terminaron el partido, se fueron a tomar unas cervezas. 

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Cuando el reloj marcaba las 11:20 de la noche, según se conoció, dos hombres llegaron al sitio donde las víctimas se encontraban, ingresaron y comenzaron a dispararles al cucuteño y a sus acompañantes. Jhan Valderrama, según un familiar, recibió cuatro balazos en la espalda. 

La trágica noticia la conocieron los familiares del cucuteño hacía las 12:00 de la noche, de ese mismo día. Cuando dormían, un amigo de Jhan los llamó para avisarles sobre todo lo sucedido.

Tras esa llamada sobrevino el dolor, las lágrimas, los gritos y las plegarias, los familiares, al principio no creían que Jhan Carlos estuviera muerto, pero con el paso del tiempo no tuvieron de otra que asimilar la cruel realidad: su ‘futbolista’, como le decían cariñosamente, por su agilidad para jugar ese deporte ya no estaba con ellos.

“Él era una persona amable, no se metía con nadie. Usted puede viajar para Leticia y allá le dirán la calidad de persona que era mi sobrino. Todos los vecinos al enterarse quedaron en ‘shock’, sobre todo porque tenía un hijo y una esposa por quienes ver”, indicó entre lágrimas una familiar.

Precisamente, un familiar del joven tuvo que viajar hasta la capital de Amazonas para cumplir con el proceso de reclamar el cadáver en la Morgue de Leticia y trasladarlo hasta Cúcuta, donde sus familiares le darán cristiana sepultura. 

Los seres queridos pidieron que haya justicia, que capturen a los responsables que les arrebataron la vida al cucuteño y a las otras tres personas.

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