En la carretera que comunica los municipios de Ábrego y Ocaña, la comunidad que transitaba por el oscuro sector de la vía en la vereda Oropoma, se encontró con un trágico hallazgo, un hombre víctima de la violencia armada, abandonado a un costado del asfalto.

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El encuentro se dio en la noche del pasado jueves, 2 de octubre, cuando notaron un bulto extraño en una de las canaletas laterales. Era un hombre tendido bocabajo, con una camiseta negra de cuello, bluyín oscuro y tenis negros con suelas blancas.

Tenía las manos en la espalda amarradas con un cordón; bajo de él, un charco de sangre que bajaba por la canaleta, producto de varias heridas de bala que algún criminal le habría propinado.

Las circunstancias del crimen son desconocidas, pues no hubo testigos que presenciaran los hechos, todos llegaron después; algunos se congregaron alrededor de la escena para tratar de identificar al cadáver, sin embargo, nadie parecía conocerlo.

La Policía fue alertada y, según se conoció, coordinaron con una funeraria de Ocaña para que recogiera el cuerpo en la noche y lo trasladara a las instalaciones de Medicina Legal, donde están a la espera de que sus familiares se acerquen para identificarlo.

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