Con ‘la moral baja’ quedaron los uniformados de la estación de Policía San Fernando del Rodeo luego de que Herley Blanquiced Misal, alias ‘Chupacuca’, un supuesto miembro de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc), se fugara el atardecer del miércoles.

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La forma como el presunto criminal se fugó de la estación de Policía, donde permanecía desde finales de marzo cuando lo capturaron, es un misterio que la Sijín e inteligencia deberán resolver.

Ayer, en la mañana, los investigadores llegaron a las instalaciones policiales y entrevistaron a los custodios para conocer qué hacían cuando se dio la fuga, ocurrida hacia las 6:30 de la tarde.

Una de las versiones que las autoridades manejan es que el detenido, por concierto para delinquir y extorsión agravada, aprovechó un descuido de los custodios, mientras estaba bañándose, para escabullirse por una reja y salir a la calle.

“Se cree que el custodio no estuvo pendiente, por lo que el detenido aprovechó para volarse, los policías se dieron cuenta minutos después, pero ya era muy tarde. No hay una versión certera sobre la fuga”, indicó una fuente judicial.

El prontuario del prófugo

Herley Blanquiced  es señalado de ser miembro del frente urbano Luis Orlando Padierna, de las Agc y de controlar el cobro de extorsiones en los corregimientos Aguaclara, Buena Esperanza y Palmarito, además de Puerto Santander, en el área metropolitana de Cúcuta.

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Durante cinco meses la Policía Metropolitana (Mecuc) le siguió la pista al hombre de cerca hasta conocer que, el sábado 25 de marzo, estaría en la zona céntrica de Cúcuta, capturándolo, mientras caminaba tranquilamente por el sector.

“El hombre se encargaba de ir a los negocios y decirle a los administradores o propietarios que era de las Agc y que necesitaba que le entregaran dinero, las personas con saber que se trataba de esa organización criminal accedían a los pagos”, indicó una fuente judicial.

‘Chupacuca’, según una fuente, era un enlace entre ‘Necoclí’ y los demás integrantes de esa organización criminal en la zona rural de Cúcuta y Puerto Santander, donde se encargaba de comunicar las órdenes de Wilfredo Torres.

“Era clave también porque con las extorsiones financiaba la compra de armas, explosivos, entre otros elementos, que servían para enfrentar al Ejército de Liberación Nacional (Eln) por el control de los territorios”, sostuvo la fuente.

Este hombre también estaría involucrado en la incineración de tres motocicletas en los alrededores del cementerio de Aguaclara y de rayar con grafitis con las siglas de esa organización en un vehículo, el 8 de mayo de 2022.

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