Son trece años de prisión lo que deberá pagar Ramiro López Rojas luego de, presuntamente, participar en un intento de robo con armas de fuego, ser atacado a machete por la comunidad y capturado por las autoridades ese mismo día.

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Ante un juez, Ramiro aceptó su responsabilidad en los delitos de tentativa de homicidio, hurto calificado y porte ilegal de armas de fuego, las tres conductas agravadas, y logró llegar a un preacuerdo con la Fiscalía, por el cual deberá pagar 13 años de prisión.

El hecho que resultó en la condena ocurrió el 14 de noviembre de 2020, cuando en medio de un intento de robo, el sujeto habría agredido a tres personas con un arma en compañía de otro hombre, quien escapó sin dejar rastro.

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El crimen

El hecho ocurrió en el corregimiento La Ye de Astilleros. Ese día, López junto con otro hombre llegó a una casa, en la que también funciona una ferretería, con la intención de robar.

Los sujetos habrían ingresado a la vivienda por un balcón del segundo piso, entrando a una habitación en la que estaba durmiendo un menor de 15 años, a quien golpearon con la cacha del arma. Pero en lugar de dejarlo inconsciente, el joven gritó y alertó a su papá y a su hermano.

Al entrar estos a la habitación, fueron recibidos a disparos. El otro asaltante, con un arma traumática, impactó al señor en el abdomen, al hermano en el glúteo y al menor en el torso.

A pesar de las heridas, las víctimas se enfrentaron a los agresores y redujeron a Ramiro, mientras el otro agresor escapó.

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La reacción de la comunidad

El bullicio alertó a los vecinos, quienes llegaron rápidamente, amarraron al detenido y lo golpearon con un machete, causándole varias heridas en la cabeza.

Minutos después llegó una patrulla de la Policía, encontrando a López en el suelo, amarrado de manos y pies, mientras la multitud lo rodeaba. De inmediato fue capturado y puesto a disposición de las autoridades competentes que avanzaron con su judicialización, enviándolo a prisión desde ese momento.

Durante el procedimiento, a López se le encontró un revólver calibre 38 milímetros, mientras que de su cómplice aún no hay rastro.

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