Fueron nueve meses de libertad de los que gozaron Henry Alfredo Montes, alias Ham Ham, y Jhan Pier Niño, alias Jampier, luego de presuntamente lanzar una granada contra dos funcionarios de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) el año pasado.

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Desde aquel incidente en el que dos uniformados resultaron heridos, las autoridades le siguieron la pista a los cuatro involucrados en el hecho. Contra Ham Ham y Jampier lograron recopilar suficiente información como para emitir una orden de captura en su contra.

Con las diligencias en mano, la Policía les siguió el rastro hasta ubicarlos en la Avenida 0 de Cúcuta, donde oficializaron su captura por cuatro delitos diferentes: concierto para delinquir, terrorismo, daño en bien ajeno y tentativa de homicidio agravado.

Según el coronel Edgar Correa Tobón, comandante de la Mecuc, además del hecho de las granadas, los hombres pertenecerían al grupo delincuencial AK-47, una banda dedicada al cobro de extorsiones y la ejecución de homicidios en modalidad de sicariato, en los sectores Cerro Las Vegas, Pisarreal y La Piscina, por lo que no descartan que estén involucrados en otros hechos de violencia. La investigación continuará para determinar si con las capturas se logran esclarecer más casos.

Ambos individuos fueron judicializados, un juez de control de garantías les dictó medida de aseguramiento en prisión, para que respondan por los delitos de los que son acusados.

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La emboscada

Fue a la 1:40 de la madrugada del 30 de septiembre del año pasado, que la estación de Policía en Los Patios recibió ocho llamadas a la línea de atención inmediata informando de personas sospechosas, que estarían intentando robar una casa en la calle 14 del barrio Llanitos.

Las llamadas provendrían de un hombre, quien caminaba por la mitad de la vía con el teléfono en la mano, emitiendo el aviso, como quedó registrado en las cámaras de seguridad del sector.

Nueve minutos después, una patrulla motorizada llegó a la zona para atender la situación, se trataban del subintendente Edison Vanegas, y la patrullera Lisseth Daniela Gómez, quienes visualizaron la escena sin tener pista del supuesto hurto.

Lisseth alcanzó a divisar a cuatro sujetos en una zona levemente boscosa, cerca de un canal de aguas lluvias, uno de ellos tenía una granada en la mano, alertando al policía.

Ambos uniformados se dieron cuenta de la emboscada y trataron de saltar del vehículo antes de ser impactados, fue entonces que el silencio desapareció y se instauró el caos, estalló la granada, se activaron las alarmas de los vehículos estacionados en la zona y quejidos de dolor provenían de los policías lesionados.

Ambos cayeron al suelo, Lisseth con algunas esquirlas, mientras Edison se fracturó la pierna izquierda y tuvo otras lesiones. Sin embargo, a pesar del dolor, tomó su arma y disparó en repetidas ocasiones contra la posición de los atacantes para evitar que se acercaran, sin embargo, estos ya habían escapado.

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Poco después salieron los vecinos a ver qué había sucedido, de inmediato trataron de auxiliar a los heridos, quienes pidieron apoyo.

Más patrullas de la Mecuc llegaron al sitio y los trasladaron a la Clínica Medical Duarte, donde ambos fueron estabilizados.

Al sitio también llegó un grupo antiexplosivos para hacer la inspección técnica del lugar, evidenciando la marca que había dejado la explosión en el asfalto, al igual que daños a vehículos y casas ajenas.

Según se pudo determinar, habrían usado una granada IM26.

En el momento, la Gobernación y la Policía dispusieron de una recompensa de hasta 30 millones de pesos por información que pueda llevar a la captura de los cuatro implicados, dos de los cuales ya habrían sido capturados por las autoridades.

Según el coronel William Quintero, comandante de la Mecuc en ese entonces, dijo que dicho ataque podría estar relacionado con una serie de intervenciones policiales en el sector La Pichera, de Los Patios, donde habría injerencia delincuencial de los AK-47.

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