“¿Quién pudo hacerle esto?”, “No es justo que maten a las buenas personas”, “¡Dios mío! ¿Por qué?”, eran los gritos que salían de los familiares de Freddy Javier Camargo Durán, mientras observaban cómo la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) adelantaba la inspección técnica y el levantamiento del cadáver.

En el lugar de los hechos quedaron abandonadas ocho vainillas y dos proyectiles deformados, los cuales, serán sometidos a estudios balísticos para encontrar cualquier pista que pueda conducir al responsable del crimen.

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Sus familiares, en medio de la conmoción y el dolor, lo único que pedían era justicia por su ser querido.

“No sabemos qué pudo haber pasado porque era una persona muy buena. Le gustaba estar de fiesta, alegre, contento, pero muy trabajador. Exigimos que quien está detrás de todo esto, pague por lo que hizo”, dijo uno de los seres queridos.

Así fueron los hechos

El pasado miércoles, a las 12:30 de la tarde, Camargo Durán llegó a departir a un establecimiento comercial que está ubicado en la avenida 5 entre calles 13 y 14 del barrio San Luis, al parecer, era un sitio que le gustaba frecuentar acompañado de algunos allegados. Incluso, el día anterior, también habría estado allí.

La tarde transcurría en completa normalidad pero, de un momento a otro, todo se convirtió en un caos.

Eran las 6:07 p.m. cuando un sospechoso apareció en la escena. Así quedó registrado en las cámaras de seguridad del lugar.

En los videos se observa el momento en el que una persona armada, de contextura delgada, que vestía una franela lila, que del bluyín le colgaba una gorra blanca y tenía puesto un casco rojo, llegó conduciendo una moto.

El pistolero dejó el automotor en la mitad de la vía, descendió de la misma y sacó un arma de fuego de la pretina, corrió hasta donde estaba la víctima departiendo con otro hombre, le apuntó y le empezó a disparar por lo menos en siete oportunidades, causándole la muerte de manera inmediata. Todo sucedió en cuestión de segundos.

Tras cometer el crimen, el agresor regresó a la motocicleta y huyó del lugar con rumbo desconocido.

Quienes fueron testigos del hecho se acercaron a auxiliar a la víctima, pero al percatarse que ésta ya no presentaba ninguna señal de vida, alertaron a la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc) sobre lo que había sucedido.

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Aunque las autoridades activaron un ‘Plan Candado’ para ubicar al responsable del crimen, éste no dejó rastro alguno.

Le debían dinero

Sobre la víctima se conoció que era un prestamista con garantía prendaria y, al parecer, había varias personas que le debían dinero. Las autoridades no descartan que sea este el móvil del crimen.

“Esta persona prestaba dinero y pedía como garantía el carro o la moto, estamos analizando si este hecho tiene que ver con una deuda”, dijo una fuente judicial.

Además, se estaría investigando si el crimen tiene alguna relación con el ataque sicarial que se registró el martes en el barrio El Contento, que dejó gravemente herido a otro prestamista.

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