El sector financiero de esta región fronteriza no ha sido particularmente desarrollado, a pesar del impulso que sufrieron otras empresas cuyas tecnologías apenas comenzaban a manifestarse en el mundo, como fueron las telecomunicaciones entre ellas, el teléfono y la telegrafía; el progreso marcado por el avance en el uso de las energías, como la eléctrica en el alumbrado público, el empleo de los derivados del petróleo, tanto en el hogar como en la industria y especialmente en el transporte de carga y pasajeros con la puesta en marcha del Ferrocarril de Cúcuta y su posterior tranvía, siendo la primera ciudad del país en tener un sistema de transporte masivo.

Decíamos que el sector financiero tuvo muy pocos emprendimientos a excepción del Banco de Pamplona, a finales del siglo XIX y ya bien adentrado el siglo pasado, la Corporación Financiera del Oriente, cuyos impulsores fueron los caficultores del departamento con el apoyo, principalmente de la Federación de Cafeteros de Colombia a través del Banco Cafetero.

Ninguna de ellas sobrevivió. El primero fue adquirido, algunos años después de su fundación por el Banco de Bogotá y la segunda fue languideciendo hasta que tuvo que trasladarse a la capital del país, donde finalmente sucumbió tras la venta del Banco Cafetero.

La Asamblea de Norte de Santander, que en aquellos tiempos, 1914, inauguraba sesiones el domingo 1 de marzo, con todos los protocolos y el rigor que imponían las estrictas costumbres de la época, a las 4 p.m., concurrieron acompañados del Escuadrón de Caballería de la Guarnición de la ciudad y su banda de músicos en traje de parada, doce de los Honorables Diputados y tres de los secretarios del despacho del gobernador, quien no pudo asistir en esa ocasión, delegando sus funciones al Secretario de Hacienda, don Luciano Jaramillo.

En nombre del ejecutivo departamental, don Luciano Jaramillo, agradeció a todos los participantes y en términos de cabal galanura, expresó su complacencia por la inauguración de las sesiones legislativas así como por la armonía reinante entre los dos poderes seccionales, ambos animados de idénticas aspiraciones en pro del mejor desenvolvimiento del progreso del terruño.

Al saludo oficial contestó el presidente de la Asamblea, Dr. Fructuoso V. Calderón, con frases de exquisita cortesía, dicientes y expresivas, del deseo imperante en la Corporación de laborar tesoneramente en el sentido expresado por el señor Secretario. Los dignatarios elegidos para dirigir los destinos de la Asamblea durante la presente legislatura fueron: Fructuoso V. Calderón en la presidencia; Carlos R. Jácome como vicepresidente y Vicente Angulo en la secretaría.  Asumidos los cargos respectivos, dos proposiciones de saludo fueron presentadas y aprobadas, la primera, al presidente electo para el próximo periodo,  Dr. José Vicente Concha y la segunda dirigida al actual presidente de la nación, Dr. Carlos E. Restrepo. Con estas actividades se declaró formalmente instalada la Asamblea.

Se leía en las informaciones publicadas, que las sesiones de la Asamblea habían iniciado de manera plausible, pues se notaba en sus diversos elementos componentes, formal deseo de hacer obras grandes e imperecederas. Entre estos proyectos, estaban uno que concedía auxilios a los municipios del Departamento, uno más que autorizaba la venta de un solar que había sido cedido por la nación al Departamento y cuya suma se destinaría a la apertura y sostenimiento de vías de comunicación y otro autorizando un auxilio para la construcción de un acueducto en la ciudad de Cúcuta, entre otros; pero tal vez, el que más se destacaba era el elaborado por el H.D. José Joaquín Villamizar, diputado elegido por el Distrito Electoral de Pamplona, cuyo proyecto de Ordenanza rezaba textualmente:“… por el cual se autoriza la fundación de un Banco Hipotecario en la ciudad capital del Departamento”.

A primera vista, se comprendía la inmensa utilidad que tal institución bancaria reportaría al comercio, a la agricultura y la industria de la región, pues allí encontrarían las facilidades, que en ese momento eran problemáticas para desarrollar transacciones mercantiles que para la época sólo eran factibles bajo ruinosas concesiones que hacían los tenedores de grandes capitales.

Fue el mismo diputado Villamizar quien remitió a los medios de entonces, copia del proyecto para que fuera difundido y conocido por el público en nota que decía: “…me es grato enviar adjunto el proyecto de Ordenanza por el cual se autoriza la fundación de un banco en la ciudad capital del Departamento, que tuve el honor de presentar al estudio de la Honorable Asamblea Departamental. Como el único objeto que persigo es el de presentar un servicio positivo al comercio, a la agricultura y a las industrias del Departamento, deseo vivamente que el proyecto sea estudiado por todos los que se consideran interesados en él, pero de modo especial por la prensa del Departamento, inspirada como está en el bien general; no dudo un momento que si el señor director lo considera conveniente, hará conocer el proyecto del público y también sus opiniones sobre él”.

El texto del proyecto era el siguiente: “…la Asamblea de Norte de Santander, en uso de sus facultades legales, ordena:

Artículo 1°. Facúltase al señor gobernador del Departamento para contratar con persona o entidad nacional o extranjera, la fundación de un banco de crédito con sección hipotecaria en la ciudad capital del Departamento.

Artículo 2°. El banco empezará a funcionar con un capital de un millón de pesos oro y podrá aumentar el capital según lo exijan las necesidades del comercio y la agricultura, lo que determinará el gobierno de acuerdo con la Junta Directiva del Banco.

Artículo 3°. Dicho banco dará dinero a los particulares sobre hipoteca, con un interés que no podrá pasar del 9% anual.

Artículo 4°. El Gobierno Departamental podrá garantizar por el capital del Banco, un interés del 6% anual con el 25% del producto de las rentas de licores y degüello.

Artículo 5°. El Banco dará dinero al Departamento y a los municipios a un interés que no pase del 6% anual.

Artículo 6°. Los estatutos del Banco serán sometidos a la aprobación de la Asamblea del Departamento. Dada en….”

El proyecto fue aprobado en primer debate y remitido en comisión para segundo debate a los diputados Jaimes C. y Roca Niz.

Aunque no tenemos noticia de lo sucedido posteriormente, es posible que la Gran Guerra comenzada y su consecuente crisis haya frustrado su ejecución.