La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) abrió este viernes una investigación contra la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor), la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) y 29 clubes, entre ellos el Cúcuta Deportivo, tras las sospechas de una Fuerte cartelización respecto de la liga femenina.
Según Francisco Melo, delegado para la Protección de la Libre Competencia, la investigación de la SIC se funda en cuatro puntos, que darían cuenta de las presuntas actividades irregulares de las máximas autoridades del balompié nacional y los clubes.
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Al parecer la Dimayor, la FCF y los 29 equipos "desarrollaron un conjunto de comportamientos de manera coordinada que estaría orientado a obstaculizar el desarrollo del fútbol femenino en Colombia", precisó Melo.
No querer recibir dinero del Gobierno para no tener controles
El delegado detalló que se investiga la financiación del fútbol femenino, porque a pesar de las quejas de la Dimayor y la FCF por la falta de patrocinio para sostener la liga femenina, rechazaron dineros públicos para evitar controles y auditorías.
"Con las pruebas que hemos recaudado hasta el momento, presuntamente, la razón de esta negativa es que considera no conveniente quedar sujetas a la fiscalización y a la auditoría de los entes de control de Colombia", explicó el delegado de la SIC.
En caso de comprobarse esta conducta, se podrían imponer multas hasta de $116 mil millones por cada infracción y de $2.320 millones a las personas naturales.
Explotación de los contratos laborales de las jugadoras
Melo sostuvo que los equipos profesionales de fútbol y la Dimayor se habrían puesto de acuerdo para presuntamente limitar los contratos laborales de las jugadoras en relación con el periodo de tiempo de cada campeonato local, que es en promedio de cuatro meses.
Esto se sumaría a la explotación de los derechos de imagen de las jugadoras.
Al parecer, se incluyó "una exigencia para que las jugadoras profesionales cedieran sus derechos y explotación de imagen sin ninguna remuneración adicional y por un periodo que excediera los de los contratos", explicó el delegado.
Tabla de salarios que clasificaban a jugadoras
Otro punto de la investigación se centró en la existencia de una tabla de salarios establecida por la FCF y la Dimayor, en la que se acordó qué categoría y qué monto de salarios se pagarían a las jugadoras de la liga profesional.
"El objetivo de este comportamiento habría estado orientado a garantizar que la remuneración que se diera a las jugadoras fuera lo más cercano al mínimo legal previsto en Colombia" aseguró el delegado de la SIC.
No transmisiones de la liga femenina por Win sports
La Dimayor firmó un contrato con Win Sports donde se estableció la transmisión de 10 partidos de la liga masculina y uno de la femenina.
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Sin embargo, expresó la Superintendencia de Industria que el pacto incluía que el único partido de la liga femenina se podría eventualmente reemplazar por cualquier otro juego de la jornada.
"Esta conducta habría resultado idónea para limitar el crecimiento del fútbol profesional femenino, porque una transmisión genera incentivos para que se consuma y se invierta en el fútbol" afirmó la Superintendencia.
Melo aseguró que la actuación de la SIC no puede considerar como una intervención del Gobierno en el fútbol y recordó que este debate se dio en otros países cercanos como México y Chile, quienes aún siguen afiliados a la FIFA.
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