En Cúcuta, la cultura freestyle encontró un aliado inesperado en Bryan Eduardo Reyes Vilardy, conocido como Vilardy. A sus 23 años, logra transformar la escena local con eventos bien organizados y estructurados.

Sin embargo, su camino hacia la cultura hip-hop no fue directo: primero soñó con ser futbolista, luego exploró el periodismo deportivo y, finalmente, encontró su lugar como organizador de eventos y promotor cultural.

Aunque nació en Barranquilla, pasó su infancia en Simaña, Cesar, un corregimiento de apenas 2.000 habitantes.

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Desde niño, solía pasar las vacaciones en Cúcuta con su padre, lo que fortaleció su vínculo con la ciudad. Fue allí donde, gracias a una beca universitaria, inició su carrera en Comunicación Social y descubrió su pasión por la producción audiovisual.

En 2019, conoció el freestyle local y, con su mentalidad analítica, notó fallas en la organización de las batallas. En lugar de ser solo un espectador, decidió cambiar las reglas del juego. Así nació Plaza Viral Rec, la competencia de freestyle más relevante de Cúcuta.

Más que un organizador, Vilardy se convirtió en un gestor de oportunidades para los jóvenes talentos. A pesar de los obstáculos económicos y la falta de apoyo institucional, sigue apostando por la ciudad, convencido de que la capital nortesantandereana puede ser un referente cultural.

Raíces y transformación: de Simaña a Cúcuta

“Uno no es de donde nace, sino de donde se cría y le inculcan los valores”, afirmó Vilardy, convencido de que la identidad no solo se forma por el lugar de nacimiento, sino por las experiencias y el entorno en el que se crece.

El constante ir y venir entre su pueblo de infancia y la ciudad fronteriza le permitió desarrollar un apego especial por Cúcuta.

Para él, crecer entre dos mundos tan distintos le dio una perspectiva única de la vida: la tranquilidad del pueblo y la dinámica urbana de la ciudad crearon el equilibrio perfecto.

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Aunque no nació en la Perla del Norte, siente un profundo amor por sus colores y tradiciones. Su padre, fanático del Cúcuta Deportivo, le inculcó esa pasión por el equipo local, lo que, sin saberlo, marcaría el inicio de su camino hacia el periodismo deportivo.

Ser uno de los mejores puntajes del ICFES en su departamento le permitió acceder a una beca universitaria. Entre varias opciones, eligió Cúcuta no solo por razones económicas, sino porque sentía que la ciudad tenía algo preparado para él.

Del sueño futbolístico al periodismo

“Desde niño quise ser arquero profesional, pero sabía que mi familia no tenía los recursos para enviarme a otra ciudad a intentarlo”, confesó Bryan Eduardo. Aunque tuvo que dejar atrás ese sueño, nunca se alejó del deporte.

Cuando llegó el momento de elegir una carrera, su hermano le dio un consejo que cambiaría su vida: “Te gusta el deporte, pero si no lo puedes practicar, tal vez puedas estar en él de otra forma”. Aquella frase le hizo ver el periodismo deportivo como una oportunidad para mantenerse cerca del fútbol.

Al llegar a Cúcuta, comenzó a estudiar Comunicación Social y descubrió cuánto le apasionaba el periodismo deportivo.

“Cubríamos torneos, los organizábamos, viajábamos con equipos y hasta transmitíamos en vivo”, recordó. Poco a poco, fue encontrando su camino, integrando sus intereses y habilidades en una misma dirección.

Sin darse cuenta, había entrado en el mundo de la producción audiovisual, convencido de que sería su futuro. Sin embargo, el destino aún tenía otra sorpresa para él.

La chispa de una nueva pasión

“Mi hermano veía batallas de freestyle, pero a mí no me gustaban. Yo decía: ¿Qué es esa gente insultándose?”, recordó. Sin embargo, un día, sin nada mejor que hacer, decidió darle una oportunidad. Lo que comenzó como simple curiosidad terminó convirtiéndose en una fascinación.

En 2019, ya instalado en Cúcuta, empezó a seguir el freestyle local. Una amiga lo invitó a una batalla en vivo en el Club del Verso, un espacio donde la improvisación cobraba vida con una energía única. Allí vio el potencial de la escena cucuteña.

Mientras continuaba sus estudios, se sumergió más en el mundo de las rimas. En 2022, con algo de tiempo libre debido a la pandemia, comenzó a analizar los eventos locales y detectó problemas en su organización: favoritismos, falta de seriedad y proyectos abandonados.

Entonces, todo hizo clic. “Tengo experiencia organizando torneos de fútbol y me gusta el freestyle. ¿Qué tan difícil puede ser?”, se preguntó. Así nació la idea de crear un espacio competitivo justo e imparcial.

Plaza Viral Rec: innovación en la escena local

Aunque la improvisación no sea su fuerte en el escenario, sí lo fue en su primer evento de freestyle. Una tarde cualquiera, en el chat de un grupo de amigos, alguien escribió: “Hoy aguanta freestyle”. Vilardy, sin pensarlo demasiado, se ofreció a organizar un encuentro.

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Doce personas asistieron a la cita, convocadas únicamente por el voz a voz. El sonido fue proporcionado por un parlante prestado, y los jueces se eligieron en el momento. A pesar de la falta de recursos, la experiencia funcionó y el barranquillero decidió apostar en grande.

Los eventos comenzaron a crecer rápidamente. “Para la primera final nacional que organicé, pedí 100 sillas. Para mi sorpresa, llegaron más de 300 personas”, contó. Así nació Plaza Viral Rec, una de las competencias más importantes de freestyle en la ciudad.

“La gente respeta lo que hacemos. Aquí no se vota por amigos y cumplimos lo que prometemos”, afirmó Reyes Vilardy, orgulloso del impacto que ha logrado.

Legado y futuro: impulsando la cultura

Las ofertas para irse a otras ciudades no faltan, pero Bryan sigue firme en su decisión de construir una escena sólida en la ciudad fronteriza.

Aunque lugares como Medellín o Bogotá podrían ofrecerle mayores oportunidades, su sueño es consolidar la cultura freestyle en la tierra que considera su hogar.

Su mayor anhelo es llenar un escenario con talento local y demostrar que Cúcuta tiene el potencial para ser un referente cultural.

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“Si algún día dejo la ciudad, quiero haber dejado un legado, que lo que empezó con dificultades siga creciendo”, aseguró el joven, de 23 años.

Para él, Plaza Viral Rec no es solo un proyecto personal, sino el resultado del esfuerzo de toda una comunidad.

El impacto de su trabajo en Cúcuta

El camino de Vilardy es una constante transformación. De un niño que soñaba con atajar balones, a un periodista deportivo con experiencia en cobertura de torneos, hasta convertirse en uno de los gestores culturales más importantes del freestyle en Cúcuta.

A través de Plaza Viral Rec, creó un espacio donde los jóvenes pueden expresar su talento sin favoritismos ni promesas vacías. También impulsa a artistas urbanos en plataformas digitales y demuestra que el arte puede convertirse en una industria si se maneja con estrategia.

Mientras muchos ven a Cúcuta como una ciudad de paso, Reyes Vilardy la ve como una oportunidad. Su esfuerzo por fortalecer la cultura local no solo cambia la percepción del freestyle, sino que inspira a otros a seguir su ejemplo.

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