Ya se encuentran disponibles la primera parte, con ocho episodios, de la tan esperada serie ‘Cien años de soledad’, y de inmediato encabeza las tendencias de Netflix en buena parte del mundo.
Sus protagonistas no caben de la dicha. Con actuaciones memorables han llevado a la pantalla a la particular familia Buendía en un Macondo tan mágico como real, con la participación de Marleyda Soto, Diego Vásquez y Claudio Cataño.
En medio del estreno de ocho de los 16 capítulos que tendrá la serie completa, los actores hablaron sobre su experiencia de llevar el realismo mágico de Gabriel García Márquez al formato de serie.
Viviendo en Macondo
¿Cómo han vivido la gran expectativa que se ha generado en torno al estreno de ‘Cien años de soledad’?
Diego Vásquez: Para mí la serie ha sido un salto de emociones enormes, porque el deleite nuestro ha sido todo lo vivido durante el rodaje, donde cada uno de nosotros se ha divertido, ha sufrido y ha hecho hasta lo imposible por sacar lo mejor de sí. Nosotros ya hicimos la tarea y el estreno es una especie de acto de graduación. El esfuerzo de hacer ‘Cien años de soledad’ fue enorme, toda una maratón.
Marleyda Soto: Creo que pusimos tanta voluntad en el acto creativo, mucho empeño, que ahora lo que hacemos es esperar, porque nuestro trabajo ya está hecho, con toda la verdad y con todo el respeto que teníamos para ofrecer desde el rigor del oficio que siempre nos lo tomamos muy en serio.
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Ahora que generosamente lo hemos entregado, estamos esperando que lo reciban desde ese mismo lugar y sepan reconocer el trabajo increíble que ha hecho la producción para poder llevar esta historia a la pantalla.
¿Cómo fue el trabajo para un actor trabajando con dos directores para una misma serie?
Claudio Cataño: Muy rico, y hablo de muy rico en su exuberancia, en sus variantes y en sus distintas miradas. Finalmente lo que hemos intentado y lo que más nos acerca a todo esto, desde la interpretación, es justamente a no actuar, a poder vivir, porque este producto no aguanta mentiras, no aguanta costuras y se nota inmediatamente cuando uno lo intenta hacer, y los directores estaban muy atentos a ello.
Era un reto constante donde no se permitía la monotonía, pero sobretodo el poder enriquecer los personajes, porque cada director estaba ahí pendiente que cada elemento se ajustara perfectamente a la narrativa de Gabriel García Márquez o a una de las posibilidades de lo que significa ‘Cien años de soledad’, y cada uno de los directores son maravillosos en su mirada y en su ejecución.
Servir de instrumento para ello, es mantener, como en una guitarra, las cuerdas perfectamente afinadas para tocar las notas más dulces.
¿Cómo fue entrar a Macondo y a ese mundo femenino que también propone?
Marleyda Soto: Sencillamente increíble era la sensación de ver y habitar el Macondo de verdad, que pasó de las palabras y la imaginación a la realidad, como una casa que existe y que nosotros habitamos y la hicimos nuestra.
Es una fortuna haberla vivido y habitado de esa manera con el trabajo genial de toda la producción fue lo que precisamente ayudó a que todo aquello que teníamos concebido, sobre nuestros personajes y de la familia Buendía, pudiera llevar el cauce que logramos, porque en una historia como esta todo cuenta; el árbol cuenta, las ollas de la cocina de Úrsula Iguarán cuenta, absolutamente todo ayuda a que ese supuestamente universo ficcional de la novela cobre vida y se vuelva nuestra más sincera verdad.
Ha sido bellísimo, todavía seguimos pensando qué ocurrirá con Macondo, si desaparecerá definitivamente.
¿Qué fue lo más difícil de realizar una producción y una historia como ‘Cien años de soledad’?
Diego Vásquez: Era necesario asumir con humildad un proyecto tan gigante y para mí siempre fue una honra poder trabajar para rendirle honores a una de las obras literarias más bellas del mundo.
Creo que el reto más grande fue el día en que grabamos la primera escena, porque me tocó cuando el rodaje ya había empezado, ya andaban a toda máquina y yo era el nuevo, lo que fue tenebroso e intimidante, pero contamos con el apoyo de los directores y los compañeros para sumarme a ese ritmo.
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Claro que antes del rodaje se trabajó mucho en equipo, todos tomamos los mismos cursos y Netflix se preocupó por darnos las mejores herramientas para llegar a nuestros personajes de la forma más creíble y más honesta.
Marleyda Soto: Es como en el atletismo la prueba de relevos. Nosotros esperando en la marca que el actor que hacía nuestro personaje en la juventud nos entregara el testimonio para así poder continuar en una carrera que se construye en equipo. Muy emocionante poder tejer y construir a cuatro manos.
Para ustedes, ¿qué es el realismo mágico?
Claudio Cataño: Lo dijo Diego y es una de las definiciones más bellas, es como un niño mira el mundo, y a través de sus ojos, contemplar todo como si fuera mágico.
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