Los equipos se oxidan en una bodega del centro de acopio de Ocaña. $2.000 millones se invirtieron en construir y adquirir equipos para la planta. Hace 20 años en la administración de Luis Eduardo Vergel Prada se construyó una planta procesadora de tomates y frutas, en la que se invirtieron $2.000 millones. Sin embargo, carecía de estudios de factibilidad y no entró en funcionamiento.

El alcalde, Jesús Antonio Sánchez Clavijo, dijo que retomará el proyecto para poner la planta al servicio de los campesinos de la región y se convierta en una fuente generadora de empleo.

“En ese entonces se mostró como la panacea para el sector agropecuario y despertó expectativa por el mejoramiento de las condiciones de vida de los campesinos de la región”, dijo Sánchez.

Los recursos en esa época fueron aportados por el extinto Fondo de Desarrollo Rural Integrado (DRI) y la Alcaldía de Ocaña.

Según Sánchez la falla en el pasado es la politización. “Lo ideal es poner en marcha la planta como fuente de desarrollo y sin ningún tipo de presión o interés”.

Es de indicar que la planta está en las instalaciones del centro de acopio, construido para descongestionar la plaza de mercado. Hoy, permanecen los equipos cubiertos por telarañas.