

Que el bilingüismo se convierta en Colombia en una obligación en la educación que se imparte en las escuelas y colegios públicos es una opción que cierra brechas, reduce desigualdad y abre posibilidades a los alumnos y sus familias.
Y como una educación de calidad es la mejor opción para ayudar a mejorar las condiciones de vida y también para servir de muro de contención contra la drogadicción y la deserción escolar, qué mejor que acudir a estrategias de habilidades integrales como esta.
Este salto debe darlo el país para tener al inglés como segunda lengua de instrucción oficial en las instituciones educativas oficiales para darles la oportunidad a los estudiantes de tener una mejor formación al recibir una formación especializada en ese idioma extranjero.
Así dejaríamos de tener al inglés como una asignatura más puesto que pasaría a ser de alta valía y con un mayor peso específico y una política de Estado comprometida con un aprendizaje continuo muy bien estructurado que cubra desde el preescolar hasta el bachillerato.
A esta alternativa hay que apoyarla y ojalá salga adelante el proceso de consulta popular puesto que dentro de la construcción de una Colombia con mayores oportunidades y un reflejo sobre su desarrollo socioeconómico, es importante que el idioma llegue a tener esa trascendencia en la labor educativa.
En este sentido, el abogado y profesor de derecho internacional, Juan Carlos Portilla, quien está al frente de la propuesta ciudadana, recordó que en países con un alto nivel de inglés, como Croacia y Singapur, mostraron un crecimiento económico del 3.6% en 2024, mientras que Colombia, con su bajo nivel de inglés, solo creció un 1.7% en el mismo periodo.
Para ello, lo lógico es que el departamento de idiomas sea fortalecido porque debe de llegarse el momento en que una gran parte del tiempo en el aula las clases se desarrollen en inglés.
Porque de esa manera se tendrán las mejores alternativas para que haya una formación adecuada tanto en lenguaje escrito como hablado, último aspecto que requeriría, por ejemplo, contar con el apoyo de profesores nativos.
Y si estamos hablando así, hay que llevar a que muchos más docentes del sector público también tengan una sólida formación en ese idioma, incluso con doctorado y un perfecto dominio del mismo para que nuestra educación pública colombiana se desenvuelva con solvencia para de esta manera llevar a los estudiantes por este nuevo camino hacia el bilingüismo.
Como se observa, habría necesidad de ajustar las inversiones para potenciar este segmento que ayudará a mejorar la competitividad de los estudiantes que asisten a las escuelas y colegios públicos.
Se argumenta que el dominio del inglés es fundamental para mejorar la competitividad laboral, facilitar el acceso a estudios internacionales y reducir las brechas sociales y económicas entre quienes pueden y no pueden aprender el idioma, razón por la cual vale la pena darle una oportunidad a esta opción.
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