

Al escucharse la opción de que el río Pamplonita, que para el caso de Cúcuta es uno de los principales surtidores de agua potable de uno de sus acueductos, logre convertirse en un sujeto de derechos, como figura en un proyecto, hay decisiones y peticiones que van a fortalecer la preservación y conservación de los recursos hídricos en la zona.
Coincidentemente, el Tribunal de Santander determinó reconocer bajo la figura mencionada al páramo Santurbán, que es considerado como una ‘fábrica de agua’ que beneficia a la región del Gran Santander.
El fallo ordenó la protección integral del páramo frente a cualquier acción que pueda afectarlo, incluso en escenarios de incertidumbre científica, como es por ejemplo la minería y otros, dándole importancia al principio de precaución frente a eventuales daños ambientales irreversibles.
En la región hoy se continúa planteando la urgencia de rescatar de la contaminación generada por las aguas residuales tanto al Pamplonita como al río Zulia, ambos con alta trascendencia en el suministro del preciado líquido a la población del área metropolitana de Cúcuta.
Pero también constituyen importantes cuencas hidrográficas en el departamento que bañan a diversas localidades nortesantandereanas que requieren ser protegidas de esas descargas contaminantes.
En ese sentido hay varios interrogantes para los gobiernos nacional, departamental y locales, así como para las empresas de servicios públicos:
¿Cuándo se van a construir las plantas de tratamiento de aguas residuales? ¿En qué estado se encuentran los proyectos? ¿Qué gestiones de financiación se han hecho? Si pregonamos un ambiente sano, ¿a qué obedece que estos emblemáticos ríos no cuenten con esos sistemas para su protección?
La verdad es que debe ponerse un tiempo perentorio con el fin de definir el desarrollo de estas urgentes obras de saneamiento básico que no pueden tener más aplazamiento, al tratarse de inversiones estratégicas de múltiple impacto requeridas para apoyar la salud, preservar la vida y procurar la conservación de las fuentes naturales de agua.
Retardarlas más no es la opción. Por eso hay que destacar la acción en favor de Santurbán y el proyecto de ley para el Pamplonita, porque merecen ser sujetos de derecho, puesto que así como los usamos para nuestro beneficio, estos ecosistemas tienen que contar con esa protección jurídica y constitucional, a fin de que se cumpla la conservación, mantenimiento, restauración y descontaminación no quede como letra muerta.
Ojalá en Norte de Santander se puedan agregar varios de sus ríos a la lista de la que hacen parte Atrato, Cauca, Magdalena, Quindío, Pance, La Plata, Otún, Coello, Combeima y Cocora, como sistemas hídricos sujetos de derecho.
Las comunidades y las autoridades tienen que procurar que esos planes se cumplan para que a futuro puedan contarse con ríos y páramos sin riesgos, lo cual en la práctica significa un alivio para los habitantes quienes igualmente deben poner de su parte evitando ciertas prácticas que los afectan severamente.
¿Cuándo se van a construir las plantas de tratamiento de aguas residuales en los ríos Pamplonita y Zulia? ¿En qué estado se encuentran los proyectos? ¿Qué gestiones de financiación se han hecho?
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion.