El subsidio a los taxistas por el alza de la gasolina va hasta diciembre, porque a partir de enero las tarifas del servicio suben de precio. Este fue el argumento del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, sobre la durabilidad del beneficio, el cual se pagará desde septiembre y tras cada mes vencido.
Así, la próxima semana los conductores comenzarán a recibir el dinero. Bonilla informó que con la medida reconocen un aumento de $400 en el precio y “que los taxistas consumen más o menos” 5 galones diarios, lo cual puede costar en promedio $60.000 por taxi mensual el programa.
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El representante de Asopoder Amarillo, Jairo Alexis Rivera, señaló que esa no es la propuesta que el gremio a nivel nacional les hizo al ministro de Transporte y demás representantes del Gobierno, porque una de las sugerencias fue congelar el precio mientras llegaban a un acuerdo.
“Estamos esperando que el ministro William Camargo venga a la ciudad, porque quedó en venir. Tenemos un pliego de peticiones, con los problemas y la soluciones”.
El vocero de la Asociación Sindical de Taxistas de Norte de Santander (Astans), Diego Medina, se mostró muy inconforme, porque en un principio les prometieron $100.000 mensual, añadiendo que no le están “pidiendo limosna al Gobierno”.
Manifestó que ese dinero no “ayuda en nada”, teniendo en cuenta que diariamente gastan entre $65.000 y $70.000 en combustible, cuando antes era de $30.000. Recordó que la propuesta inicial fue una tarifa diferencial, por lo que seguirán levantando su voz para los escuchen.
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Además, aseguró que el transporte ilegal los está llevando a la quiebra y que el consumo de la gasolina subsidiada (exenta) por parte de los carros venezolanos que vienen desde el vecino país los deja sin el hidrocarburo barato.
Los representantes de los taxistas pidieron a las autoridades hagan más controles contra las irregularidades que denuncian.
No hay fuente de dinero
El experto Henry Amorocho Moreno, profesor de Hacienda Pública, Tributación y Presupuesto de la Universidad del Rosario, indicó que la decisión fue producto de un arreglo para levantar el paro de los taxistas, por lo que se tomó la medida extraordinaria sin decir de dónde viene el financiamiento, “y ahí está el problema”.
Agregó que los subsidios hay que definirlos por la ley en el Congreso, pero, en este caso, se emitió un decreto (acto administrativo). Tampoco aparece en el Presupuesto General de la Nación 2023 alguna partida del subsidio ni en el adicional del presupuesto.
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“Entonces, es una situación producto de la política pública del Gobierno de tratar de disminuir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) subiendo el precio de la gasolina. La medida suena improvisada, porque proponer un subsidio para pagar ese tipo de cosas no es lo más apropiado”, concluyó.
El Gobierno indicó que los recursos para este auxilio, de entre $23.000 millones y $25.000 millones, saldrían del FEPC.
Ante esto, el académico resaltó que no es lógico incrementar el precio de la gasolina para disminuir el déficit y al mismo tiempo sacar de allí recursos para aliviar las consecuencias de tal aumento, por lo que no se cumplirá la meta de reducir en $17 billones ese hueco fiscal este año.
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