Surtieron efecto el paro y las protestas que hace dos semanas hicieron los agricultores de cebolla roja de Ocaña y el Catatumbo, por las pérdidas que registraban ante la importación y el contrabando del producto desde Perú y Ecuador y que impactaban a 7.000 familias que viven del cultivo.
Los controles adelantados en la frontera con Ecuador, por parte de la Policía Fiscal Aduanera (Polfa), dispararon los precios de la carga de cebolla cultivada en esta zona y se comercializa entre $220.000 a $250.000.
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El vendedor de la plaza de mercado de Ocaña, Miguel Rosario Ortiz Ascanio, señaló que paulatinamente se vienen recuperando las finanzas, porque, a comienzos de año, los ingresos no alcanzaban ni para pagar los arriendos de los depósitos.
El presidente de la junta directiva de la Federación de Productores del Catatumbo, (Fedeprocat), Wilmar Rangel, señaló que se están cumpliendo los lineamientos trazados durante las mesas de trabajo con los ministerios de Agricultura, de Comercio, Industria, Turismo, de Transporte y de Minas y Energía, para estabilizar los precios.
Los campesinos denunciaron la manera en la que utilizan una guía para el ingreso de cinco a siete tractomulas cargadas con cebolla, violando los Tratados de Libre Comercio suscrito con la Comunidad Andina (CAN), por lo que solicitaron que los operativos se hagan de manera permanente.
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El líder campesino de La Playa de Belén, Miguel García, indicó que aún falta el cumplimiento de la salvaguarda del producto en los picos de producción, para evitar la entrada a los mercados locales del bulbo extranjero.
El concejal de Ábrego, Edilso Arévalo, recordó la necesidad de subsidios correspondientes a los seguros de cosecha por factores climáticos. “Son muchas las pérdidas por intensa sequía o exceso de lluvia, fuertes vientos y granizos, sin embargo, el Banco Agrario, no tiene consideración y cobra las cuotas de los préstamos”.
Reclamaron la refinanciación de los créditos con Finagro y bajas tasas de interés, para reactivar el sector. Además, solicitaron concretar el apoyo para reducir los elevados costos de la energía eléctrica utilizada en las motobombas usadas para los sistemas de riego; y semillas certificadas por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), para mitigar las plagas.
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El coordinador de la Oficina de Desarrollo Rural de Ocaña, José Luis Amaya, manifestó que muchos campesinos pagan recibos de energía de hasta de $4 millones.
Con el Mintransporte se deben fortalecer los convenios, para adecuar las vías terciarias y facilitar la salida de las cargas.
El dato
Se proyectan unas 30.000 toneladas cosechadas este año en esa zona.
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