En los últimos 14 años, en Norte de Santander, se registraron 216 casos de abigeato, siendo parte del grupo D (entre 0 y 999 casos) junto a otras 14 regiones, en la clasificación que hizo la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) sobre este delito.
Para el gremio, el abigeato puede significar el despojo de uno o dos animales a una familia, recalcando que los productores, en su mayoría, son pequeños y con una economía de subsistencia.
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Los otros departamentos de este conjunto son: Cauca (969), Caquetá (555 robos), Nariño (509), Arauca (484), Caldas (481), Quindío (368), Risaralda (304), Vichada (114), Putumayo (71), Guaviare (43), Chocó (29), Guainía (11), Amazonas (7) y Vaupés (2).
“La Policía dio a conocer una cifra que alerta a los ganaderos y es que, en los últimos 14 años -entre 2010 y 2023- se han registrado 33.650 casos, situación considerada angustiante. En el último quinquenio (2019-2023), el número de casos denunciados se redujo 56,7%”, indicó el presidente ejecutivo de Fedegán, José Félix Lafaurie.
Los tres territorios más afectados por el robo de ganado son: Cundinamarca (3.453), Meta (2.649) y Tolima (2.587), con participaciones de más del 10%, 7,8 % y 7,7 %. Le siguen Cesar (2.578), Boyacá (2.084) y Casanare (2.071).
Lafaurie agregó que, de acuerdo con las estadísticas, mientras que en 2019, en promedio se registraban 8 casos de abigeato al día, en 2023 este flagelo del robo de ganado se redujo a la mitad (4 casos), dependiendo de la región.
Para el dirigente del gremio, el indicador se refiere a los casos reportados por los afectados ante las autoridades.
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“Todos los departamentos del país han sido afectados de manera ininterrumpida por el abigeato, que ha sido el causante de una gran zozobra e incertidumbre entre los casi 700.000 ganaderos del país, debido a la ola criminal que encierra y a las pérdidas a que les genera”, enfatizó.
El director de la Oficina de Planeación y Estudios Económicos de Fedegán, Óscar Cubillos Pedraza, indicó que, si bien las cifras que se registran por abigeato han descendido, la ley contra este delito ha generado un poco de disuasión.
“Las estadísticas son muy altas. Hablar de 1.300 casos al año quiere decir que suceden cuatro de estos eventos al día. ¿Cuántos animales hurtan en cada caso? Puede ser en promedio un camión lleno, es decir, con 16 ejemplares bovinos”, sostuvo.
Consideró que, aunque las cifras han descendido, la situación es bastante preocupante.
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Más rigor en la Ley
El director jurídico de Fedegán, Roberto Bruce Becerra, explicó que la situación es compleja y que el abigeato es un delito contemplado en el Código Penal, incluso, es castigado con prisión de 5 a 10 años.
No obstante, dijo que la aplicación de la norma no ha ofrecido los resultados que se esperaban, por lo que Fiscalía General de la Nación debería ser más incisiva e instruir a sus fiscales sobre la ley que tipifica el abigeato.
“Es necesario gestar una mayor coordinación entre este ente de control y la Policía Nacional, de manera que hubiere una aplicación real de la Ley 1944 para que en verdad se constituya o se convierta en un mecanismo disuasivo, esto es, que se aplique con todo rigor”.
Según el gremio, muchas veces los animales que son robados terminan sacrificados en plantas legalmente constituidas y formalizadas y, en ese aspecto, sería muy útil hacer efectiva la medida de extinción de dominio que estipula la ley.
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El jurista consideró necesario contemplar la agravación punitiva así se trate del hurto de un bovino, de 20 o 30 años.
José Félix Lafaurie precisó que, en este momento Fedegán tiene en marcha la estrategia para obrar en contra del abigeato y de otros delitos que agobian a los productores de este sector y que al frente de ella se encuentra el general (r) Fernando Murillo Orrego, quien gestiona actualmente los Frentes Solidarios de Seguridad Ganadera (FSSG).
“A través de diferentes esquemas de inteligencia e investigación interinstitucional el General Murillo, avanzará en breve en la debida manera de contrarrestar el hurto de ganado a lo largo y ancho del territorio colombiano”, concluyó el presidente ejecutivo.
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