En medio de divisiones, enfrentamientos y rechazos se vivió ayer en Cúcuta y el área metropolitana el paro de taxistas que había sido convocado a nivel nacional, para exigirle al gobierno que frene los aumentos al precio de la gasolina o que les otorgue una tarifa diferencial. 

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Desde las 5:00 de la mañana, un equipo periodístico de La Opinión salió a recorrer las calles de la ciudad para cubrir las concentraciones que el gremio había convocado en más de 12 puntos, pero se encontró con un panorama desolador, pues los taxistas no salieron a la hora pactada y muchos de ellos estaban haciendo carreras con normalidad. 

Solo en la entrada del puente internacional Atanasio Girardot se lograron observar algunos taxis que estaban parqueados a un costado de la vía, mientras que, del otro lado, las autoridades de tránsito de Villa del Rosario aprovecharon el momento para adelantar operativos en los que lograron atrapar a más de un infractor.

Fue solo hasta las 6:00 de la mañana que los taxistas se hicieron sentir. Sobre la Diagonal Santander a la altura del puente Elías M. Soto, cerca de 30 conductores bloquearon la vía durante más de media hora, pero en esta ocasión, no con los taxis obstaculizando el paso, sino que se unieron entre todos para evitar el paso de motos, busetas y carros particulares. 

Lo que llamó la atención fue que, contrario a otras manifestaciones que han hecho los conductores de la ‘mancha amarilla’ en la ciudad, en donde la presencia de las autoridades ha sido moderada, ayer, las manifestaciones contaron con la compañía no solo de la Policía Nacional, sino también de la Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden (Undmo), conocido anteriormente como el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad). 

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Esto, con el objetivo de evitar el bloqueo permanente en las vías, lo que generó molestia entre los taxistas, ya que, aseguraban que ellos querían mantener una protesta pacífica, pero con la presencia del Undmo no se sentían seguros. 

En medio de esta concentración, varios taxistas señalaron que las autoridades de tránsito aprovecharon que algunos carros estaban parqueados sobre la vía para imponer comparendos, otra situación que los indispuso. 

Y, adicional a esto, aunque los taxistas habían convocado a toda la ciudadanía para que se uniera al paro, pues el alza de la gasolina es una situación que afecta el bolsillo de todos los colombianos, quedó en evidencia que ni entre el mismo gremio hubo apoyo, pues estaban divididos. 

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“Lo que le estamos pidiendo al gobierno es que nos pongan una tarifa diferencial al servicio de transporte público. Ya vamos en $12.200 el galón de gasolina y estamos trabajando a pérdidas, porque antes tanqueábamos con $30.000 y ahora ya se nos van $50.000, lo que queremos es que nos den una solución”, dijo Juan Antonio Chinchilla, conductor de taxi. 

En este punto, el bloqueo duró casi hasta las 7:00 de la mañana, ya que el Undmo no permitió que los vehículos cerraran la vía. Sin embargo, los taxistas se desplazaron a la altura de la Fuente Luminosa y decidieron cambiar su estrategia: convocaron un ‘plan tortuga’. 

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Sentados y acostados en la vía

Una estrategia que no llegó a tiempo hasta la ‘Subida del Indio’, cerca de la intersección vial de la Central de Transporte de Cúcuta, donde casi a las 8:00 de la mañana, los taxistas sí bloquearon completamente la vía en ambos sentidos con lazos y algunas banderas de Colombia. 

Aunque los conductores del gremio amarillo comenzaron bloqueando la vía entre 10 o 15 minutos, para luego dar paso por 5 minutos, al estar tan divididos, en un momento el bloqueo se extendió por más de media hora, generando un gran trancón en el que quedaron atrapadas busetas, buses, carros particulares y cientos de motocicletas que, haciendo sonar sus pitos, pedían que los dejaran pasar, pero la situación empeoró. 

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Aunque la Policía Nacional intentó intervenir, los taxistas decidieron sentarse y acostarse sobre la vía, para continuar con la protesta, alegando que la advertencia del paro se había hecho desde semanas atrás.

Una acción que desencadenó la furia de algunos pasajeros de busetas, quienes se bajaron en medio del bloqueo e intercambiaron fuertes palabras con los taxistas, para exigirles que se levantaran de la vía y abrieran el paso pues necesitaban llegar hasta sus puntos de trabajo.

Los taxistas solo permitían el paso del personal de la salud, a quienes demostraran que tenían una cita médica y a personas que se movilizaban con menores de edad.

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Tan divididos estaban los taxistas en este punto, que mientras unos pedían dar paso a la ciudadanía, otros alentaban a sus compañeros a que siguieran sentados en la vía.

Casi una hora tuvo que pasar para que los conductores de la mancha amarilla se pusieran de acuerdo y lograran despejar la vía, cayendo en cuenta de que, en lugar de tener a la comunidad de su lado, lo que generaron fue una enemistad.

“A un taxista ya no le da la base ser taxista, hay muchos carros trabajando en la informalidad, ya es hora de que el gobierno se ponga la mano en el corazón y que el ministro de Transporte deje de decir que nosotros tenemos como solventar cuando eso es mentira”, comentó uno de los taxistas en este punto.

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La Opinión también llegó hasta el punto de Pinar del Río, donde la protesta se adelantó de manera pacífica, pues aunque los taxistas bloqueaban la vía durante algunos minutos, la habilitaban constantemente.

El ‘plan tortuga’ funcionó después 

Aunque esta estrategia comenzó a aplicarse en varias zonas de la ciudad después de las 9:00 de la mañana, el punto más fuerte se concentró en la autopista Internacional. 

A unos cuantos metros del peaje de Villa del Rosario, los conductores de la mancha amarilla atravesaron palos, cuerdas y banderas, impidiendo el paso de otros vehículos, por lo que la Undmo tuvo que intervenir nuevamente. 

Allí, los taxistas acusaron a la Undmo de tirar algunos gases lacrimógenos, por lo que, enfurecidos, intentaron bloquear aún más las vías, pero no se los permitieron. 

Hasta el lugar llegó el secretario de Gobierno de Villa del Rosario, Édgar Pedraza, quien intentó calmar los ánimos asegurando que los alcaldes del área metropolitana se encontraban reunidos con la Gobernación de Norte de Santander mediando ante el Gobierno Nacional, pero al parecer esto nunca sucedió.

La Opinión pudo confirmar que dicha reunión nunca se dio, ya que lo que se activó en articulación con la Gobernación y la Alcaldía de Cúcuta fue un Puesto de Mando Unificado (PMU) en el comando de la Policía Metropolitana, con el propósito de monitorear y coordinar acciones que permitieran proteger el derecho a la manifestación pacífica y la movilidad.  

Fue así como en medio de todo el caos, los taxistas anunciaron que activarían el ‘plan tortuga’ en sentido Villa del Rosario-Cúcuta y Cúcuta-Villa del Rosario. 

Con banderas de Colombia y cantando el himno nacional, la movilización la protagonizó uno de los conductores de la mancha amarilla quien, en señal de demostración de que su vehículo no tenía gasolina y tampoco contaba con el dinero para comprar lo que cuesta actualmente el galón de combustible, decidió arrastrar su vehículo por toda la autopista.  

“No estamos en condiciones de pagar un peso más por el alza de los combustibles en Colombia. Estamos halando el auto, porque si nosotros no salimos a las calles y no nos hacemos sentir, el gobierno va a querer hacer con nosotros lo que quiera, nos toca halar el carro porque no aguantamos más y porque a partir de hoy ya no seremos la mancha amarilla, sino la ‘fuerza amarilla’ en Colombia”, dijo Jorge Elí Parada, el hombre que arrastró su taxi.

La jornada se extendió durante toda la mañana y horas de la tarde, no solo en Cúcuta, sino en otras ciudades principales como Bogotá, Bucaramanga, Cartagena, Cali y Medellín. 

Continuarán las mesas de diálogo 

Al cierre de esta edición, La Opinión conoció que el gremio a nivel nacional dio la orden de levantar los bloqueos, pues seguían reunidos con el Mintransporte, por lo que se espera que en las próximas horas haya un pronunciamiento oficial de los acuerdos a los que logren llegar. 

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Aunque la cartera de Transporte había manifestado que otorgar una tarifa diferencial o frenar el alza en el precio del combustible era imposible, hay una esperanza luego de las declaraciones dadas por el ministro de Minas y Energía, Omar Andrés Camacho.

El funcionario manifestó que el gobierno se encuentra abierto al diálogo con el fin de buscar soluciones para la regulación de los precios de la gasolina en el país, con el objetivo de aliviar el bolsillo de los colombianos. 

“Estamos prestos a dialogar con todos los sectores, entre ellos los sociales, gremiales y políticos del país para resolver los grandes asuntos en el marco de algo que nos hemos trazado y es la transición energética”, mencionó el funcionario.

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