El Senado de la República aprobó en último debate la Ley contra el Ruido, una normativa que busca reforzar el Código de Policía mediante sanciones económicas estrictas para quienes generen contaminación auditiva en zonas residenciales y comerciales.
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El objetivo principal de la iniciativa es mitigar los conflictos vecinales y reducir las riñas provocadas por altos niveles de ruido, problema que afecta al 70% de los hogares, según datos del Ministerio del Interior.
En este sentido, una vez la ley sea sancionada por la Presidencia, el Gobierno contará con 18 meses para establecer los niveles máximos permitidos de ruido en el territorio nacional, precisando que este proceso incluirá la delimitación de zonas de protección acústica, la identificación de áreas acústicamente saturadas y la creación de lineamientos para la descontaminación auditiva.
También se implementarán procedimientos de medición y evaluación del ruido en el transporte ferroviario, aéreo, portuario y vehicular.
Sanciones económicas
Las multas establecidas por la ley oscilarán entre 16 y 500 salarios mínimos legales mensuales vigentes, dependiendo de la gravedad de la infracción.
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Sanciones que se aplicarán a quienes perturben la tranquilidad de lugares sensibles como hospitales, bibliotecas y salas de velación, así como en casos de aglomeraciones o actividades comerciales que utilicen ruido excesivo para promocionarse.
Adicionalmente, la ley permitirá a las autoridades imponer multas y suspender actividades en establecimientos como discotecas que no cumplan con los requisitos de insonorización.
Decreto 0287
En Cúcuta, desde el mes de julio se expidió el Decreto 0287, el cual tiene prohibido el porte y uso de megáfonos, altoparlantes y amplificadores por parte de comerciantes formales e informales y carreteros en zonas de espacio público de la ciudad.
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Un decreto que ha tenido como fin, ponerle freno a los ‘bulliciosos’, al ruido y al desorden que se presenta con megáfonos y equipos de sonido en el centro de la ciudad, donde pareciera que es una competencia por medir quién grita más fuerte.
“Nosotros ya llevamos varios meses con nuestro decreto de ruido en los cuales hemos hecho al menos unas 85 incautaciones entre megáfonos y parlantes tanto de comercio formal como de venta ambulante”, señaló Miguel Castellanos, secretario de Gobierno de Cúcuta.
En la ciudad, según algunos estudios realizados en articulación con la Universidad Francisco de Paula Santander, se ha podido identificar que en las comunas 1 (zona céntrica), 2 y 6 es donde más puntos generadores de ruido se registran.
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Los resultados han indicado que los niveles de ruido en los puntos evaluados sobrepasan los límites establecidos por la normatividad colombiana, destacando que gran parte del ruido es generado por vehículos automotores, música a alto volumen, tránsito de personas, establecimientos comerciales y la afluencia de vendedores ambulantes con megáfonos, con resultados de hasta más de 20 decibeles de diferencia respecto a la norma.
Con la nueva ley, Cúcuta ya presenta grandes avances, precisando que ahora no solo se tendrá en cuenta la contaminación de la zona urbana, sino también la de la zona rural.
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Además, la ley permitirá que diversos medios probatorios, como testimonios, grabaciones y mediciones, sean válidos para sancionar a quienes perturben la tranquilidad.
Las alcaldías deberán definir los medios para que los ciudadanos puedan denunciar los lugares o a quienes generen ruidos perturbadores.
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