Actualmente nadar es uno de los deportes más completos, eficaces y útiles que existe y una de las disciplinas acuáticas más importantes para la salud que se realiza en el agua, sin ningún tipo de asistencia artificial y que se puede desarrollar en espacios cerrados o a cielo abierto en grandes lagos, ríos y/o piscinas. 

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Y es que, aunque siempre ha sido un deporte ideal para mantener sano el sistema cardiovascular, regular el colesterol y prevenir la obesidad, por falta de oportunidades o por cuestiones generacionales, hay muchas personas que no saben nadar. 

Sin embargo, en los últimos años, se ha convertido en una prioridad que los más pequeños aprendan a nadar, ya que es una destreza importante para prevenir el ahogamiento, una de las principales causas de muerte en niños. 

De acuerdo con la Asociación Nacional de la Industria Acuática y la Prevención de Ahogamiento de Colombia  (Asalvo), 74 niños entre los 0 y 14 años murieron en Colombia entre el 1 de enero y el 31 de mayo de este año por ahogamiento. 

Julián Penilla Valencia, quien ha sido entrenador de natación por cerca de 50 años en la ciudad de Cúcuta, explicó que es fundamental que los menores aprendan sobre seguridad acuática, pues basta un segundo para que alguien que esté en el agua, pero no se sepa defender, pueda morir o salir lesionado hasta en un balde o una bañera.

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“No solo es importante para encontrar a futuros profesionales que representen a Norte de Santander, sino porque es necesario que los niños se sepan defender en muchas circunstancias que se pueden presentar en un río, el mar, una piscina y porque para la salud, nadar es vida”, dijo Penilla. 

El entrenador manifestó que la natación es una disciplina tan completa que puede ayudar al desarrollo de otras prácticas deportivas, destacando que requiere de mucha disciplina. 

¿Cuándo debe un niño aprender a nadar?

El profesor Penilla indicó que desde que los niños están en el vientre ya identifican lo que es un medio acuático, pues hacen movimientos naturales en búsqueda del oxígeno, por lo que, enseñarles desde muy pequeños a nadar es importante, puede ser desde que cumplen un año. 

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Esto, teniendo en cuenta que todos los niños se desarrollan a ritmos distintos y no todos están listos para iniciar las clases de natación a la misma edad, por lo que es esencial tener en cuenta la madurez emocional de los pequeños, su desarrollo físico, las limitaciones de sus habilidades y el nivel de confianza que tengan en el agua, contando siempre con el acompañamiento de sus papás. 

¿Cómo supervisar a los niños cuando estén dentro del agua?

El riesgo principal de ahogamiento para los niños pequeños entre 1 y 4 años es el acceso inesperado y sin supervisión al agua. Los niños son curiosos por naturaleza y con frecuencia se salen sigilosamente sin que alguien mayor pueda notarlo. 

No deje a un bebé o a un niño pequeño en el agua o cerca del agua bajo el cuidado de otro niño.

Para niños más jóvenes y nadadores con poca experiencia, es importante que un adulto se meta al agua con ellos. 

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Hay que prestar mucha atención de manera constante y no distraerse con otras actividades tales como leer o usar el celular, pues las emergencias ocurren en cuestión de segundos. 

Durante fiestas o días de campo a una piscina o lago, cuando es muy fácil distraerse, lo mejor es asignar a una persona que vigile constantemente a los más pequeños. 

Es esencial que quienes estén al cuidado de los más pequeños sepan cómo identificar las señales de problemas en el agua y cómo responder en caso de emergencia. 

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Todas las personas, incluyendo a los padres, cuidadores y niños mayores deben aprender reanimación cardiopulmonar (RCP) y técnicas de rescate para actuar en caso de una situación de ahogamiento. 

Siempre con profesionales 

Busque clases e instructores que no se enfoquen solamente en las técnicas de los estilos de natación, sino que incluyan técnicas para aprender a sobrevivir en el agua. 

Todos los niños deben aprender cómo regresar a la superficie cuando están dentro del agua, cómo impulsarse (nadar) por lo menos 25 yardas (23 m) y salirse del agua, por ejemplo. 

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Los instructores de natación deben estar entrenados y certificados y haber seguido un currículo de aprendizaje de natación acreditado a nivel nacional, asimismo, contar con salvavidas o socorristas de turno durante las clases que tengan certificación vigente para practicar RCP y primeros auxilios.

Los niños deben entender que nunca deben nadar solos o sin la supervisión de un adulto y los instructores deben enseñarles a los más pequeños que  siempre deben pedir permiso a los padres, salvavidas o instructores de natación, antes de meterse a la piscina o cualquier superficie con agua. 

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