A mediados de 1980, se empezó a forjar los cimientos de una nueva invasión en las inmediaciones del Anillo Vial Occidental, cuando 32 familias abrieron el primer camino en esta zona, que actualmente se conoce como El Progreso.
Así, poco a poco empezaron a llegar las personas a este humilde sector de la ciudadela Juan Atalaya, donde había dos chircales en los que se hacían los ladrillos de la época, ubicados en la parte baja del mismo, uno por la calle 70 y el otro, entre la 68 y 69.
Curiosamente, el nombre de la invasión encaja con los esfuerzos de la comunidad por sacar adelante este lugar.
Lo más significativo quizás, fue la pavimentación del 40 por ciento de las calles que conectan a la invasión, hace más de diez años. Blanca Jaramillo, habitante de este lugar, recuerda con alegría la voluntad de la comunidad por sacar el proyecto adelante.
“Cuando llegamos aquí no habían calles, todas las vías que se pueden apreciar las arreglamos nosotros, la Alcaldía de ese entonces puso el dinero y la comunidad, la mano de obra”, destacó Jaramillo.
Entre los residentes acordaron sectorizarse, pues cada uno arreglaba parte de la calle que colindaba con sus viviendas, y por medio de bazares, rifas, venta de pasteles o hayacas, se consiguió el dinero para seguir comprando los materiales de construcción.