A pocos días de haberse cumplido la escalada terrorista en diferentes sectores del área metropolitana, la administración municipal,  como medida de contingencia, tomó la decisión de cerrar vías paralelas a los Comandos de Atención Inmediata (CAI) en toda la ciudad.

La estrategia se formalizó luego de un Puesto de Mando Unificado (PMU) realizado la semana pasada, al que asistieron entre otras entidades la Policía Metropolitana, la Alcaldía y el Ejército.

Aunque la estrategia buscaba en primera instancia preservar la seguridad de los comandos de atención, lo cierto es que la movilidad en Cúcuta y sobre todo en la zona céntrica se ha visto afectada, provocando múltiples congestiones viales en los recientes días.

La situación se agudiza cuando al mismo tiempo hay muchas calles en esa zona que están siendo pavimentadas por la Alcaldía, en aras de darle continuidad al proyecto de recuperación de la malla vial planteado por el alcalde Jorge Acevedo en el Plan de Desarrollo.

Al respecto, Johan Botello, secretario de Tránsito Municipal, precisó que “en este momento lo que más le pedimos a la comunidad es paciencia y comprensión por la alta complejidad por la que está pasando Cúcuta en materia de seguridad”.

Una opinión similar es la de Diego Villamizar, secretario de Seguridad Ciudadana, quien se pronunció al respecto argumentando que la medida puede generar ciertos traumatismos de movilidad, “pero prevalece la seguridad de la ciudad, por eso  hemos socializado la medida a la comunidad y esperamos su comprensión”.

Tomar vías alternas

Para ello, la recomendación de Botello para todos los conductores es la de optar por rutas alternas que eviten los embotellamientos.  Dijo en este sentido que si la calle paralela al CAI Colón, en la avenida 3 está bloqueada, hay que buscar una ruta alterna que en este caso sería la avenida 1; lo mismo para aquellas vías donde se realiza la pavimentación”, sostuvo  el funcionario.

Habrá otro PMU

Según el funcionario, antes de este viernes se llevará a cabo otro PMU en vista de determinar si la medida continuará aplicando debido a los resultados obtenidos dentro de la misma.

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“Evaluaremos todos los resultados que dejó la medida y en base a eso se tomará una decisión para continuar con la estrategia o en su defecto buscar otra medida preventiva que brinde seguridad a los ciudadanos y a los agentes de Policía”, concluyó el secretario de Tránsito.

En cuanto a la vuelta a la normalidad, Villamizar fue crítico al informar que el objetivo de esta medida es proteger a la población civil y seguridad de nuestra fuerza pública, pero es una medida temporal, por lo que en los próximos días se retomará la normalidad.

¿Cómo respondió el gremio del transporte?

Además de los transeúntes, el gremio del transporte público municipal es el que más se ha visto afectado por dicho problema, y los conductores de busetas sienten directamente los efectos de esta medida en varios sentidos.

Fabián Daza, conductor de la empresa Transguasimales, expresó su inconformidad sobre esta decisión a causa de una serie de situaciones que afectan no solo la movilidad en Cúcuta, sino también sus propios bolsillos.

De acuerdo con el conductor, “a nosotros nos toca buscar tiempo y cambiar la ruta preestablecida debido a esta nueva decisión, por lo de ahora tardamos más en completar todo el ciclo”.

Con esta medida ahora los conductores tardan el doble de tiempo en completar las rutas respecto a sus rutinas normales, haciendo que el servicio se vea disminuido, pues ahora los ciudadanos optan por tomar otro tipo de vehículos para transportarse.

“Ahorita uno no recoge absolutamente nada en la calle 11 con avenida 1, lo mismo en otras vías donde antaño las busetas y colectivos se llenaban, sumado a que el martes se dañaron los semáforos en la fuente luminosa, entonces todo es un caos”, concluyó Daza sobre esta situación.

Pese a los esfuerzos de las entidades por brindar una mayor seguridad, las comunidades, como la del barrio San Rafael, todavía sienten que los atentados terroristas pueden seguir aconteciendo.

Clara Villamizar, presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC), aseguró que los residentes viven en una zona de guerra, ya que al estar también al lado del batallón supone un peligro latente a otro ataque como ocurrió hace algunos años atrás.

La lideresa finalizó con un llamado de atención a la Secretaría de Seguridad ciudadana hacia una mayor atención a este barrio que ha sufrido de primera mano los efectos del terrorismo.

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