Anticipando cualquier aumento del  riesgo de consumo de sustancias sicoactivas entre menores de edad, la Alcaldía de Cúcuta de manera conjunta con la Policía Metropolitana emprendió acciones con el fin de cortar el corredor del micro tráfico en las instituciones educativas de la ciudad.  

En este sentido, la administración municipal, a través de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, la Policía de Infancia y Adolescencia, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y la Unidad de Carabineros, inició visitas relámpago a escuelas y colegios en las diferentes comunas, con el objetivo de hacer revisiones a fin de detectar y erradicar posibles focos de distribución de drogas que pongan en riesgo a niños y adolescentes. 

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“El alcalde no va a permitir la instrumentalización de los niños y adolescentes para la venta de drogas en las diferentes comunas de la ciudad”, dijo Diego Villamizar, secretario de Seguridad Ciudadana. 

Y es que se han detectado casos en los que vendedores de drogas contactan a estudiantes y los presionan para que ingresen sustancias estupefacientes a los colegios.

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El funcionario indicó que estos operativos de control, que han sido bien recibidas entre la comunidad de padres y profesores, se enmarcan dentro del Plan Educativo Cúcuta Segura, se puso en marcha el pasado 13 de marzo y continuará a lo largo del año por las diferentes instituciones, con la posibilidad incluso de repetir visitas en las que sea necesario. 

Las comunas 2, 5 y 8 ya han sido visitadas como parte de estos operativos, que consisten básicamente en la revisión de los espacios internos y externos de las escuelas. 

El procedimiento

“¿Qué hacemos? Sacamos a los estudiantes de las aulas y entra la Unidad de Carabineros, acompañados de perros antinarcóticos, para requisar el interior. Si llegamos a detectar algo, se llama directamente al padre o acudiente del estudiante implicado, para iniciar las acciones de atención en estos casos”, explicó Villamizar. 

Dicha revisión está dirigida a todos los estudiantes, con énfasis en los grados de bachillerato y más específicamente en aquellos de los grados 9, 10 y 11.

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A las afueras de las instituciones educativas también tienen lugar requisas especiales, puntualmente a los vendedores ambulantes que se hacen al inicio y al final de la jornada escolar, con el objetivo de identificar personas que pretendan vender drogas ilícitas a niños y jóvenes, o inducirlas a la venta; asimismo, se busca identificar sitios de venta de estas sustancias en las adyacencias de los establecimientos escolares para actuar en consecuencia. 

Estas jornadas se complementan con charlas educativas a los estudiantes, a quienes se les reitera los riesgos del consumo de estupefacientes, no sólo de salud, sino los peligros de caer en redes de micro tráfico y todo lo que ello implica. 

De igual forma se brindan herramientas a los docentes, para que estén alerta a cualquier situación irregular y sepan cómo actuar en determinadas situaciones.  

“Vamos a dar una lucha de frente contra el consumo de sustancia psicoactivas y contra esos bandidos que quieren dañar a nuestros niños en los colegios”, advirtió el alcalde Jorge Acevedo en su visita a una de las instituciones educativas de la ciudad. 

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