Un viejo rincón del colegio Rafael Uribe Uribe, utilizado hasta hace un par de meses para arrumar pupitres viejos, se convirtió en el lugar preferido de los estudiantes de Doña Nidia, pese a que no supera los 3 metros cuadrados, tiene poca ventilación, y solo está amoblado con un par de sillas.
Allí funciona el laboratorio + Cómics +Paz, un proyecto que nació hace tres años entre papel y lápiz y hoy en día ha logrado poner en alto el nombre de esta institución gracias al uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC).
En el pequeño rincón, adornado con los cómics que los estudiantes han creado para resolver sus conflictos escolares y familiares, los alumnos de los grados superiores seleccionan minuciosamente el material que hará parte de la próxima historieta digital.
Vanessa Sinisterra y Linda Saray Suárez, de once grado, hacen parte de este comité de selección. Con paciencia y disciplina leen y releen cada una de las viñetas que les entregaron en sobres de papel. Cada una trae una historia pintada por los 1.700 estudiantes de las cuatro sedes del Rafael Uribe Uribe.
Este proyecto, que ha recibido varios reconocimientos regionales y nacionales, y que en enero fue distinguido por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y la Fundación SM, por sus buenas prácticas tecnológicas e innovación educativa, en Ciudad de México, permite que los cómics se puedan trabajar desde diferentes materias.
En las clases de artística se hacen los dibujos y viñetas, en español se redactan textos y diálogos, en ética se destaca el mensaje que dejará implícita la historieta, y en el área de tecnología e informática se digitalizan las historias.
Y es precisamente en digitalización, la fase preferida de los estudiantes de bachillerato, donde han tenido mayores inconvenientes y han puesto a prueba su recursividad.
Haciendo mucho con poco
Aunque hasta hace tres años contaban con 40 portátiles de última tecnología, donados por el programa nacional ‘Computadores para Educar’, no los alcanzaron a estrenar porque los ladrones se los llevaron. La Policía solo recuperó 10 equipos, los mismos con los que le dan vida a sus historias animadas.
“Además de los 10 portátiles, tenemos otros 18 computadores de mesa y ocho que ya están obsoletos. Con eso nos bandeamos para sacar adelante este proyecto”, explicó Esteban Pérez, líder de +Cómics +Paz y docente de informática.
Como no cuentan con cámaras fotográficas y de video, acuden a los celulares para grabar las evidencias y avances del programa. El sonido de las historietas lo graban con manos libres.
A la hora de crear digitalmente los cómics utilizan programas gratuitos o de prueba porque carecen de dinero para comprar uno. Incluso, han llegado a trabajar con software de hace 11 años, para aprovechar sus contenidos públicos.
Pese a estas circunstancias, el reto más grande que deben afrontar es la falta de internet. Aunque ya operan las redes wifi de la Alcaldía de Cúcuta y de la misma institución educativa, no tienen garantizado el acceso a la señal por el resto del año escolar.
En el pasado, el proyecto se estancó un par de veces por la falta de una red de internet fija.
Los estudiantes y tutores sueñan con un laboratorio que esté más a la vanguardia para poder mejorar la calidad de sus diseños. El Punto Vive Digital más cercano se encuentra en el edificio de Comfanorte, a 4,8 kilómetros del colegio.
Por esta razón, el mes pasado aprovecharon su cuarto de hora durante la inauguración del Punto Vive Digital Lab, en la Universidad Francisco de Paula Santander, para pedirle al ministro de las TIC, David Luna, que les ayudara con más recursos para sacar adelante su proyecto, que combina la tecnología, la creatividad, la sana convivencia y la resolución pacífica de conflictos.
Luna se comprometió con que el próximo Punto Vive Digital de Cúcuta sería para la zona donde está ubicado el colegio, en la comuna 8.
Las historietas dieron frutos
Durante los tres años que lleva +Cómics +Paz en el Rafael Uribe Uribe, la convivencia escolar ha mejorado notoriamente. Néstor Martín Contreras Gelvez, rector del colegio, aseguró que se pasó de firmar 126 actas por indisciplina a 25 en 2016.
La parte disciplinaria no fue la única que experimentó cambios. El índice Sintético de la Calidad Educativa también aumentó. En primaria se pasó de una puntuación de 3,15 a 6,15 en una escala de 1 a 10. En bachillerato también subió, pero en menores proporciones.
Gracias a las historietas que plantean cómo desde el diálogo y el respeto se pueden solucionar y evitar las peleas con compañeros, discusiones por un partido de fútbol y agresiones físicas, los estudiantes cambiaron la forma de resolver sus conflictos.
Atrás quedaron las citas en la cancha El Planchón para las batallas campales entre compañeros, y poco a poco el colegio, que causaba indignación por el cuestionado comportamiento de sus alumnos, empezó a ganarse el respeto de los vecinos.
“Antes nuestro colegio era de lo peor. Nadie tenía referencias buenas de nosotros. Ahora, desde que + Cómics +Paz empezó a mostrarse y a dar sus frutos, la comunidad sí nos quiere”, dice entre risas la estudiante Vannesa Sinisterra.
Esta afirmación se ve reflejada en el aumento en las matrículas. Este año 150 estudiantes nuevos ingresaron al Rafael Uribe Uribe.