En el departamento de Norte de Santander, a pesar de estar categorizado como uno de los territorios de mayor riesgo para la transmisión de fiebre amarilla, hasta la fecha no se ha reportado ningún caso de la enfermedad, lo que constituye un importante logro en materia de salud pública. Este resultado es producto de las estrategias preventivas y de contención implementadas de manera oportuna por el Instituto Departamental de Salud (IDS), en concurso con la red prestadora de los 40 municipios.

Una de las evidencias más contundentes del éxito de estas medidas se refleja en los registros del servicio de urgencias del Hospital Universitario Erasmo Meoz, principal centro de referencia para pacientes de Norte de Santander, Arauca e incluso de zonas fronterizas de Venezuela. Según lo informado, desde el año pasado no se ha recibido ningún paciente con diagnóstico confirmado de fiebre amarilla, lo que ratifica el impacto positivo de la vacunación masiva y la vigilancia epidemiológica permanente.

Fernando Álvarez, director del Instituto Departamental de Salud, confirmó en declaraciones al diario La Opinión que los resultados actuales responden a una serie de acciones planificadas y ejecutadas desde comienzos de 2024. Entre ellas, destacó las campañas de capacitación dirigidas al personal de salud, las jornadas intensivas de sensibilización comunitaria y, especialmente, la gestión permanente  para la adquisición de biológicos ante el Ministerio de Salud y Protección Social, que permitió ampliar significativamente la cobertura del esquema de vacunación contra la fiebre amarilla.

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El plan de intervención temprana se inició en el mes de febrero de 2024, con una clara orientación hacia los municipios considerados de mayor riesgo epidemiológico, como Convención, Tibú, Teorama y El Carmen. Estos territorios fueron priorizados debido a su historial de alta incidencia, especialmente en los años 2003 y 2004, cuando se reportaron aproximadamente 80 casos, con una letalidad promedio del 45 al 46 %, lo que se tradujo en más de 40 fallecimientos. Tales antecedentes llevaron a que Norte de Santander fuera clasificado por el Ministerio de Salud entre los tres departamentos con mayor riesgo de proliferación del virus.

Gracias a esta intervención, durante el año 2024 se logró inmunizar a un total de 62.000 personas. A este esfuerzo se suman los avances alcanzados en lo corrido del año 2025, en el que, hasta la fecha de corte de mayo, se han aplicado 72.000 dosis adicionales. En conjunto, la cobertura acumulada entre 2024 y 2025 asciende a 130.000 personas vacunadas, lo cual, según Álvarez, supera ampliamente las metas iniciales y posiciona al departamento entre los que presentan los porcentajes más altos de vacunación a nivel nacional.

De forma paralela, se han fortalecido las acciones de vigilancia ambiental, en coordinación con el Departamento de Medio Ambiente del IDS y la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor). En este sentido, se ha implementado un protocolo estricto para la notificación y análisis de muertes de primates no humanos, especies consideradas como centinelas epidemiológicos. En uno de los casos reportados recientemente, se realizó el seguimiento correspondiente y, tras completar los análisis, se descartó que el fallecimiento estuviera relacionado con fiebre amarilla.

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En Colombia, en lo que va corrido del año, se reportan 64 casos confirmados de fiebre amarilla y  26 defunciones, según el ministerio de Salud.

Entre 2024 y lo corrido de 2025, Colombia suma 87 casos, de los cuales 39 han perdido la vida. A Tolima le siguen Putumayo (5 muertes) y Meta (2). Las autoridades sanitarias insisten en que la emergencia sanitaria continuará hasta que pasen al menos ocho semanas sin nuevos casos humanos ni epizootias.

“El objetivo principal ha sido anticiparnos a cualquier eventualidad y evitar que se presenten brotes, especialmente en las zonas de mayor vulnerabilidad. Por eso iniciamos el plan de vacunación desde enero, antes de que se presentaran los primeros casos en otras regiones del país”, señaló Álvarez. El director del IDS reiteró que la estrategia continuará durante el segundo semestre del año, con nuevas jornadas de vacunación, fortalecimiento del talento humano en salud y acciones articuladas con entidades ambientales y comunitarias.

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