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Cúcuta
Caterine Cote, una cucuteña que triunfa en Alemania sin olvidar su raíz
Desde fuera de Colombia, país que dejó en 1999, esta madre y experta en transporte marítimo de una multinacional no deja de enarbolar el tricolor nacional.
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Leonardo Oliveros
Leonardo Favio Oliveros
Domingo, 30 de Mayo de 2021

Se graduó de la Universidad de Los Andes como ingeniera industrial en 1999, tras un año de trabajo y en busca de lograr un futuro estable y cumplir sus sueños, Caterine Cote Coy dejó Colombia, apoyada por sus padres, y allí empezó “una larga historia” de su vida como inmigrante. 

Esta cucuteña, que creció en el barrio Quinta Bosch y dejó la capital de Norte de Santander a los 16 años ,tras egresar como bachiller del colegio Santa Teresa, se trasladó a Miami (Estados Unidos) después de terminar la universidad, a donde llegó trabajar en una empresa de internet, la cual la envió a ejecutar un proyecto en España.

Al regresar, la compañía terminó su contratación, por lo que decidió trasladarse a un pueblito de Nebraska a estudiar y mejorar el idioma inglés. Posteriormente se radicó en Chicago durante más de un año, en donde laboró como niñera. Después, aplicó a una beca de la Universidad de Salamanca, en España, por sugerencia de su mamá.

“Mi madre presentó los papeles en Colombia para la beca y me la gané. Volví a Colombia de vacaciones y luego me fui a Salamanca a estudiar el Doctorado en Sociología. Luego de cuatro años de trabajo y formación finalicé y apliqué a un máster en Alemania, que prácticamente era gratis, que también gané”. 

Y así empezó a trazarse el presente que hoy vive Caterine Cote en el país de la cerveza, aunque ya el destino le había dado señales, porque en el último año del doctorado conoció a quien se convirtió en su novio y después en su esposo, el alemán Jens Kalscheuer.

 

L nortesantandereana aparece con su hermana y amigos de Cúcuta en vacaciones en Francia. / Foto: Cortesía

 

Profesional y madre, dos roles que conjuga muy bien

Ya son 13 años radicada en ese país y con Kalscheuer tiene dos hijos, Lukas y Sofía, de 9 y 6 años respectivamente. Su maravillo hogar está asentado en Düsseldorf. Además, tiene un gran trabajo en una consultora multinacional, por lo que pasa muchas horas metida en reuniones continuamente. Es investigadora y experta en transporte marítimo.

Caterine Cote reconoció que ser mamá nunca estuvo en sus prioridades, pero sus pequeños le enseñaron otra hermosa faceta de la vida. Agregó que en Alemania la licencia de maternidad es de tres años, un año remunerado y dos sin salario, pero con el puesto de trabajo asegurado. 

“Con las facilidades que dan aquí a las madres me dije: ‘si no tengo familia aquí, no tendré en ninguna parte’. Al trabajar tiempo parcial puedo dedicarle tiempo a mis niños, llevarlos a la escuela y estar ahí para ellos; ambos están creciendo bilingües y hablan español bien, a pesar de ser yo la única persona con la que hablan español diariamente”, manifestó la cucuteña.

Además, en la casa tienen un jardín en el que están cultivando frutas y verduras para consumo en el hogar. Subrayó que no le gusta cocinar. Sin embargo, su esposo tiene destacadas habilidades culinarias y es quien se encarga de poner exquisitos platos en la mesa.

Sostuvo que lo que más extraña de Cúcuta es su calor, temperatura que en Alemania, a una distancia de Colombia de 13 horas de vuelo a una velocidad de 700 kilometros por hora, solo se siente una semana al año. Añadió que de la nación cafetera extraña las frutas que produce.

Perder la nacionalidad, el costo de migrar

Caterine es ciudadana alemana, pero para lograr esa nacionalidad debió sacrificar la colombiana, debido a que por leyes de la nación europea tuvo que renunciar a ella

Sin embargo, sufre por su país natal e, incluso, se sumó a las manifestaciones de rechazo a la represión policial en las protestas que sacuden a Colombia desde el pasado 28 de abril, las cuales se organizaron en diferentes ciudades del mundo, entres estas Düsseldorf.

 

Caterine, su esposo y sus hijos se vistieron con la camiseta de la Selección Colombia para participar en las recientes manifestaciones que se organizaron en Alemania y otros países, en rechazo al abuso de policías en medio de las protestas que se presentan en el país desde el 28 de abril. / Foto: Cortesía

 

“Después de tantos años fuera no me veo viviendo en Colombia nuevamente. Al principio cuando me fuí tenía la idea de volver para trabajar en mi país. Mi papá nunca lo quiso, porque no veía futuro con tantos problemas sociales. Uno se acostumbra, ya he vivido en cuatro países y de cada país me ha quedado un poquito… uno siempre va a ser extranjero”.

Aseguró que es una intensa activista de Colombia en las redes sociales y cuando hay elecciones invita a sus connacionales a votar con conciencia, a pesar de que no puede ejercer el derecho al sufragio. 

“Vivo pendiente de mi país, interesada en lo que sucede, porque es difícil que a uno le duela su tierra por los problemas que atraviesa. Trataba de ir cada año a Colombia, pero no he podido volver”, concluyó.

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