Desde hace 12 años los habitantes de la calle 7N con carrera 8, del barrio Santander, de Villa del Rosario, han sufrido por el olvido de las administraciones municipales de turno, porque la zona en la que viven es de alto riesgo y nadie quiere invertir recursos allí.
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El derrumbe de varias casas hace más de una década fue suficiente para que los vecinos se dieran cuenta de que residían en un espacio de alto riesgo, del que debían irse antes de que ocurriera una tragedia.
Varias personas creen que como en la zona había pozos sépticos, que se construyeron sin tener en cuenta la inestabilidad del terreno, sumado a la fuerte temporada de lluvias de 2010, habría desencadenado la caída de las viviendas.
Aunque el alcalde de aquel entonces les dio apartamentos a las familias que estaban sin vivienda, otras quedaron allí porque no tenían para donde irse.
A los niños, adultos y ancianos no les quedó otra opción que permanecer en este sitio, pasando noches en vela por el miedo a que en cualquier momento la tierra se llevara sus residencias, aún esperan que la Secretaría de Gestión del Riesgo de Villa del Rosario acuda a su llamado de auxilio.
Álvaro Blanco, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de Santander, le indicó a La Opinión que la situación de las familias de esa zona, es lamentable, pues algunos no aguantaron vivir en apartamentos pequeños, para compartirlo con un grupo numeroso de personas, por lo que retornaron a sus viviendas.
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Algunas personas vieron un buen negocio vivir en el apartamento que el gobierno les regaló y arrendar o vender la vivienda que estaba abandonada; muchos también vendieron por temor a que les invadieran y no recuperaran su propiedad.
Les tocó pavimentar la calle
Los pocos vecinos de la zona se cansaron de esperar a que la Alcaldía de Villa del Rosario les reparara una de las vías, pues “como esa zona es de alto riesgo, parece que nadie quiere invertir allí”, dijo un vecino.
“Al parecer en instrumentos públicos la zona aparece como un parque biológico, no como una cuadra habitada, además nadie nos ayuda. Han pasado cuatro Alcaldes, contando con el que salió a mitad de mandato”, dijo Blanco.
La comunidad se reunió y con rifas y pidiendo de casa en casa de hasta $20,000, compraron cemento, arena y piedra arreglaron la vía. Para adecuar una parte se gastaron cerca de $1’500.000.
“Nos tocó así porque estamos olvidados, las motos no podían bajar bien y hay bebes que transportan en coche. Falta una parte de la vía, que esperamos la Alcaldía nos colabore”, dijo Jesús Mendieta, habitante del lugar.
La Opinión se comunicó con Hugo Salazar, secretario de Infraestructura del municipio histórico, quien comentó que se ha hecho un diagnóstico sobre las vías afectadas para iniciar las reparaciones.
“En todo Villa del Rosario se deben invertir cerca de 30 mil millones de pesos, para recuperar las vías. Además, se construirá un canal para evitar riesgos cerca de la zona que hace años se vio afectada por los derrumbes de viviendas”, dijo Salazar.
No más en el barrio Santander hay cerca de tres kilómetros de vías por reparar, en todo el municipio serían más de 300 calles las que necesitan una intervención.
Diego Gélvez, secretario de Gestión del Riesgo de Desastre de Villa del Rosario, indicó que varias familias ya habían sido reubicadas pero, al parecer, habrían dejado esas viviendas a su cuidado a familiares.
“No entiendo porque en la Alcaldía de esa época no demolieron las casas que estaban en riesgo, pues se tiene entendido que reubicaron a las personas”, sostuvo Gélvez.
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