Una periodista que adelanta una investigación sobre el pesimismo que afecta a un gran número de personas me pregunta a qué le atribuyo ese fenómeno. Le contesté que tiene mucho que ver con la incertidumbre y con la percepción de que el mundo está pasando de “una situación en la que existía un amplio consenso mundial y confianza en las instituciones a otra que no sabemos cómo será. Esto hace ver el futuro negro más que todo porque no lo podemos predecir. En el pasado, estas situaciones de cambio en el balance de poder entre naciones si han dado lugar a tragedias universales, a guerras, a crisis financieras, de tal manera que la preocupación no es infundada”. Hoy existe también la amenaza de que los Estados Unidos va a combatir lo que tradicionalmente ha defendido. Anuncian que va a adoptar políticas restrictivas al comercio internacional, que va a subsidiar exportaciones y a gravar las importaciones. Va a entrar en conflicto con la Organización Mundial del Comercio. Posiblemente dejará de apoyar las instituciones multilaterales.
En todas partes hay personas dedicadas casi exclusivamente a intensificar la sensación de incertidumbre a todo nivel. En Estados Unidos el presidente Trump y todo su equipo, están dedicados a ello con el apoyo de la extrema derecha y de instituciones de investigación y acción de esa orientación que durante décadas han financiado “billonarios” de ese país para arrebatarles a los demócratas las mayorías. En Francia lo hace Le Pen, y en otros países la extrema derecha nacionalista.
La campaña contra la paz y la cacería de brujas tienen a los colombianos al borde de un ataque de nervios.
En este ambiente tan negativo resultó muy grata e informativa la presentación que hizo en Bogotá Alejo Czenwonko, estratega de la Unión de Bancos Suizos (UBS). El estima que la economía mundial está a punto de salir del largo período de estancamiento, entre otras razones porque el precio del petróleo puede seguir aumentando, y que los países que han sufrido deflación principian a experimentar inflación. Cree que los bancos centrales podrán abandonar sus políticas monetarias acomodaticias y van a subir muy lentamente sus tasas de interés.
Se mantendrá la tendencia al alza de los precios de los mercados financieros que ha ocurrido a partir de la elección de Trump. Los empresarios en Estados Unidos creen que él va a aplicar políticas que favorecen a sus empresas. Ha anunciado que va a bajar los impuestos corporativos y desea relajar el marco regulatorio para el sector financiero, el sector energético, el de salud, entre otros. Se espera que aumente la inversión en infraestructura, aunque después de 2018 y con niveles inferiores a los anunciados. No creen que Trump pueda imponer el proteccionismo, lo que sería nefasto para la economía mundial, porque los republicanos no lo van a acompañar. Pero temen que puede hacer mucho daño en política internacional y contra el multilateralismo.
En cuanto a Europa, el UBS es optimista. Es posible que el euro se revalúe moderadamente, creen que Le Pen no ganará en Francia y que la unión europea no se va a desmoronar porque los europeos, sobre todo en Francia, Alemania e Italia, no van a renunciar al euro.