La ciudad es de todos… Para que esto no sea una utopía o para que se llegue al punto de que el territorio que habitamos sea totalmente insostenible e ingobernable, hay que repensar la forma en como nos movemos.
Actualmente en Cúcuta se esta revisando el Plan de Ordenamiento Territorial –POT-, se han presentado a la ciudadanía proyectos de infraestructura a financiar mediante la contribución de valorización con el supuesto objetivo de mejorar la movilidad y adicionalmente nuestra urbe es una de las pocas ciudades intermedias en Colombia que no cuenta con un Sistema Integrado de Transporte Masivo. Frente a esta situación es urgente resaltar que año tras año la situación se agrava.
Tomando como punto de partida el estudio “Cúcuta cómo vamos”, se observa que desde el 2014 hasta el 2017 la proporción de habitantes que se movilizaba a pie se ha reducido del 24% al 7%, mientras que el uso de la bicicleta como medio de transporte bajo del 4% al 3%. El uso de medios motorizados como el transporte público aumento del 40% al 44%, y el uso del automóvil particular paso del 12% al 13% y de las motocicletas se incremento del 11% al 22%.
Cabe añadir que a estas dinámicas se vincula una problemática ambiental como la contaminación del aire y los altos niveles de ruido, la congestión vehicular y la accidentalidad vial, que permiten afirmar que en el mediano plazo el actual sistema de movilidad será insostenible.
Para llamar la atención sobre estos aspectos, se debe entender que existe una clara correspondencia entre la movilidad y el modelo urbano, y por supuesto entre movilidad y economía. Razón por la cual el actual momento de revisión del –POT-, es clave para que todos los ciudadanos y en especial la administración municipal y los gremios revisen si lo que se está haciendo le da un impulso a la ciudad y adopta medidas para contrarrestar la problemática.
Para empezar, si se piensa que la bicicleta y los trayectos a pie son la opción mas sostenible, se debe también gestionar un modelo de ciudad compacta y de múltiples usos con mas espacios públicos. El modelo de ciudades compactas y diversas es propio de las urbes europeas que han adoptado medidas orientadas al uso de la calle y los espacios por parte del peatón y los ciclistas, no solo generando espacio público sino mediante una adecuada localización de usos y equipamentos colectivos de soporte. Las ciudades norteamericanas son extensas y dispersas lo cual supone grandes desplazamientos en automóvil, con las graves implicaciones para su gestión y sostenimiento. La densidad promedio de las ciudades norteamericanas ronda los 15 mil habitantes por milla cuadrada y en las europeas varia entre 40 mil a 55 mil habitantes por milla cuadrada.
La densidad urbana de Cúcuta es de mas de 15 mil habitantes por milla cuadrada configurándose como una ciudad con un alto grado de dependencia del centro, con periferias informales y en proceso de conurbación y sin haber incluido en la agenda de planeación su condición de área metropolitana. En las ciudades menos densas los costos del transporte constituyen hasta el 15% de su PIB, mientras que en las ciudades compactas estos costos llegan solo al 6%.
Es necesario aunar esfuerzos y replantear el modelo urbano en clave de la metropolización y conurbación de Cúcuta con Los Patios y Villa del Rosario, y en el futuro cercano con Puerto Santander y El Zulia. El devenir de la movilidad y el transporte se ha de soportar en los múltiples modos y medios dando prioridad al peatón y a un sistema integrado no contaminante, a los servicios de carga y otras alternativas acordes al paisaje que permitan la integración ciudadana por cuanto la ciudad se encuentra fragmentada por el rio Pamplonita y por el relieve.
La calidad de vida en una ciudad se mide también por el grado en que sus ciudadanos se comunican e interactúan y acceden a los servicios y elementos donde pueden ejercer plenamente sus derechos, es necesaria una gran red de espacios públicos que equilibre el hasta ahora desmedido uso del automóvil particular y medidas más allá del pico y placa y del día sin carro que no son efectivas e incentivan otras prácticas.