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Mascotas
Si las mascotas pudieran hablar, recriminarían a sus amos para que recogieran sus heces en bolsas.
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Sábado, 4 de Junio de 2016

Mediante la Ley 1259 de 2008, el Congreso Nacional aprobó la iniciativa: “Por medio de la cual se instaura en el territorio nacional la aplicación del comparendo ambiental a los infractores de las normas de aseo, limpieza y recolección de escombros; y se dictan otras disposiciones”. En su articulado, contempló la obligación que les asiste a los alcaldes municipales de darle estricto cumplimiento luego de su aprobación en el Concejo.

Efectivamente, el legislativo municipal aprobó el Acuerdo 0039 de 2011, y de inmediato nacía para el ejecutivo su aplicabilidad, pero infortunadamente es poco o nada lo que ha avanzado en el tema. El citado Acuerdo, en su artículo 4 numeral 13 establece la siguiente infracción: “Permitir la deposición de heces fecales de mascotas y demás animales en prados y sitios no adecuados para tal efecto, y sin control alguno”. La medida es lo que comúnmente se llama “Un saludo a la bandera”.

En hora buena, termina en el Congreso el trámite del proyecto de ley “Por la cual se expide el Código Nacional de Policía y Convivencia” el cual debe ser leído muy cuidadosamente puesto que incluye varios artículos que desde hace años pedían a gritos los ciudadanos.

Aunque el tema de las mascotas no era el más delicado, se tuvo en cuenta el hecho de que muchos ciudadanos consideran que el espacio público es el baño privado de sus caninos, principalmente en los parques y espacios para caminar o practicar algún deporte.

Con base en lo aprobado en el Senado, todos los caninos deberán estar sujetos por su correspondiente correa y la multa por omitir la recogida de los excrementos por parte de sus tenedores o propietarios, o dejarlos abandonados después de recogidos, puede costarle cerca de ochenta y cinco mil pesos, toda vez que la misma norma contempla el espacio público, como las áreas requeridas para la circulación peatonal, en bicicleta y vehicular; la recreación pública, activa o pasiva y las franjas de retiro de las edificaciones sobre las vías.

Conozco la situación porque no es nueva y pensaría que si las mascotas pudieran hablar, recriminarían a sus amos para que recogieran sus heces en bolsas en lugar de dejarlas a lo largo de las áreas de tránsito peatonal, tal como sucede en el Malecón, lugar escogido por miles de ciudadanos para la práctica deportiva, puesto que una simple caminata que se convierte en un zigzagueo, para no pisar los excrementos dejados por las mascotas en su paseos cotidianos.

La administración municipal, de la mano con la Policía Nacional y el apoyo voluntario de animalistas, deben iniciar campañas pedagógicas obsequiando por lo menos los elementos desechables que permitan a los dueños de las mascotas recoger sus  heces puesto que una vez obtenga la sanción presidencial, es objeto de su inmediato cumplimiento.

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