Por estos días Colombia vive una sucesión de cambios profundos e inesperados, como no sucedía quizás desde hace 30 años con la expedición de la Constitución de 1991. En la sola instalación del congreso el miércoles pasado hubo una fuerte confrontación entre las diferentes bancadas, disgustos, ánimos alterados e insultos. El triunfo del Pacto Histórico ha generado un torrente de hechos políticos inéditos, como aquel en donde hasta el Partido Conservador ahora es partido de gobierno.

En ese cambio de gobierno que ocurrirá el 7 agosto próximo, está en juego una profesional cucuteña que podría llegar a ocupar uno de los cargos más importantes del país, la Contraloría General de la República, con la aspiración de María Fernanda Rangel, una de las entidades que requieren un cambio más que oportuno, urgente.

El reto de las contralorías del país no es de poca monta: existe un análisis reciente de la Auditoría General de la República que indica que de mil pesos que se pierden por corrupción en el país, el ente de control apenas recupera cuatro pesos, es decir apenas el 4%.

Es decir, el reto del nuevo contralor es muy grande. María Fernanda Rangel es una profesional cucuteña que buena parte de su vida laboral la ha adelantado en la propia entidad de control fiscal, que precisamente por el conocimiento y especialidad en el tema la han llevado a mantener un excelente puntaje, a seguir con la aspiración con buenas posibilidades, concurso que ha sido objeto como suele suceder en Colombia, de recursos, tutelas, medida cautelar decretada por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca y por supuesto, todos los móviles y vaivenes de la política, pero ahí va por buen camino María Fernanda.

La noticia del viernes mostraba que el Partido Liberal, ahora con gran poder político después del encuentro de Gaviria y Petro en la región de la Toscana, apoya la profesional de la región.

Y valga señalarlo, que si hay alguien que conoce y tiene méritos propios dentro de la entidad es María Fernanda, quien hace tres años lideró una importante reforma al interior de la entidad con la aprobación del acuerdo 04 del 2019 que significó la creación de una unidad de reacción inmediata, la Diari, unidad de la cual es su actual directora.

Como mejor me lo expresara un profesional que conoce bien la entidad, en esa reforma “mostró su entereza y carácter santandereano, que de no haber sido por ello, no habría salido adelante”. 

Ahora que Colombia vive un proceso político de reconciliación, de diálogo nacional, algo así como un nuevo Frente Nacional sin exclusiones, esa Colombia que como bien lo expresa el escritor Juan Gabriel Vásquez en su excelente libro  ‘Volver la vista atrás’, que relata la vida del director de cine Sergio Cabrera, quien en alguna ocasión en la Habana cuando se presentaba su película “todos se van”, reflexionaba Sergio sobre Colombia y pensaba que el país era una metáfora, en la que frecuentemente algunos hombres y mujeres y varias de sus regiones han quedado relegadas bajo la aplanadora de la historia. Mucho de eso le ha sucedido al Norte de Santander.

Si hay algo que necesita Colombia en ese nuevo diálogo nacional es la inclusión y presencia nacional de las regiones, la participación en el poder político y por ello la llegada a un cargo de primer orden a nivel nacional de una profesional como María Fernanda, sería un gran paso en esa dirección. De hecho uno de los grandes compromisos que hoy tiene la Contralaría General con una región tal golpeada como el Catatumbo, es recuperar los dineros de la paz insólitamente perdidos, o como mejor me lo decía por estos días en Ocaña en el histórico templo de San Francisco un habitante, “menos mal que quienes roban el Estado no saben mucho de historia, o sino se habrían llevado estos lienzos hacía rato”. Te espera una gran tarea María Fernanda.