Las ciudades se caracterizan por su heterogeneidad, por ser crisol de culturas y receptáculo de la huella construida que sobre ella plasman las diferentes generaciones. La esencia misma de la democracia reside en la ciudad y como se concilian participativamente las diferencias. No obstante, hoy día, la gente diferente vive en lugares diferentes y esto da lugar a la segregación urbana. Se da por diferentes aspectos: culturales, étnicos, pero el mas visible y critico es el social y económico. Las clases altas o mas adineradas pueden elegir donde residir en función de una mejor oferta de servicios, no siempre la ubicación pues se ha creado una alta dependencia del automóvil. Para la población de escasos recursos las opciones se limitan a la autoproducción informal de vivienda (invasiones) o programas VIS y VIP donde se evidencia la precariedad en el transporte y la dotación de servicios públicos.
De acuerdo al modelo económico imperante, la segregación puede aumentar. La separación en función de la situación económica es cada vez mas evidente. Cada vez son mas las distancias entre ricos y pobres y cada vez mas precaria la situación para los sectores menos favorecidos: todo esto puede ser desastroso para la estabilidad social y el logro de mejores condiciones de vida para todos los habitantes. Se pierde el sentido de solidaridad y vecindad y nos alejamos del escenario donde podamos visibilizar soluciones de forma colectiva, dado que al no tener un contacto directo con los diferentes grupos sociales, se pierde la capacidad de lograr empatía, llegando incluso a deshumanizar y construir prejuicios.
Las ciudades operan hoy como centrifugadoras urbanas: separan las clases por condición social, centralizando los mejores servicios y ubicaciones y llevando a la periferia a las clases bajas. A mayor capacidad adquisitiva mejor ubicación y oferta de servicios. Además de las condiciones que tienen que ver con la justicia social, la segregación urbana socioeconómica es altamente perjudicial para la innovación y la productividad. Se expulsa a una gran masa de trabajadores que no pueden vivir normalmente en ella y tienen dificultades para acceder a la educación y un buen empleo y por lo tanto se dificulta el crecimiento económico. S. Johnson en su libro: “Las Buenas Ideas” señala que la aglomeración de la diversidad humana hace mas de 7.500 años en las primeras ciudades fue la que condujo y aceleró procesos de innovación como el alfabeto, la rueda, la navegación, etc.
Nuestra casa es lo mas importante, el barrio nos conecta con la ciudad y también es importante, lo cierto es que pasamos mas del 70% del tiempo por fuera de casa por lo cual es urgente reestructurar y ordenar las políticas orientadas al ordenamiento territorial y urbano: Cúcuta es una muestra critica de segregación… al sur los privilegios y cuanto más se avanza hacia el norte se encuentra la vulnerabilidad, tenemos entonces dos ciudades: la de los ricos y la de los pobres. Para tener una sola ciudad cohesionada en la escala urbana reflejo de la equidad se requieren entonces políticas y acciones con criterios de justicia social e inclusión construidas de forma participativa y colectiva para poder practicar por fin el hecho de que la ciudad es de todos y para todos.
Arquitecto, Esp. Planificación Urbana y Regional, MG GESTIÓN URBANA.
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