Desde hace días estaba por comentar lo que estaba ocurriendo con nuestras autoridades de tránsito y transporte, porque han proferido tantas resoluciones frente a las medidas de control de la pandemia, que traigo con respeto lo que escuché de un conductor de transporte público tipo taxi individual: “…mucha la recocha de tránsito”
El término “recocha” utilizado por el experto del volante, hace referencia al desorden existente en la citada dependencia. La misma la aplican a muchas otras situaciones, aunque la expresión se utiliza con mayor frecuencia al interior de la agremiación.
Por todos es conocido que la medida de restricción vehicular “Pico y Placa – Placa – día”, ha sido ajustada varias veces a tal punto que hasta la misma autoridad se confunde, cuando de aplicar las sanciones se trata.
Ahora, para completar la “recocha”, el represente legal del Área Metropolitana de Cúcuta (AMC), decidió expedir la Resolución 052 del 25 de abril de 2020, modificando la restricción vehicular para el servicio público y luego de tres días, expedir la 053 del 28 de abril de 2020, regresando a su punto original.
Al respecto, es preciso comentar lo referente a las funciones que tiene la Secretaría de Transporte y Tránsito de Cúcuta, luego de concesionar sus servicios hace dos años y el rol que tiene el AMC en los mismos temas.
La administración municipal está en mora de dar el paso a la Secretaría de Movilidad, toda vez que la actual dependencia, no tiene injerencia en asuntos relacionados con el transporte. Es decir, tránsito es un tema y transporte es otro totalmente diferente, por cuanto dichas funciones las asumió la Subdirección de Transporte y Valorización del AMC.
Para información de los amables lectores, el transporte, trata lo relacionado a la asignación de capacidad transportadora, trámite de tarjetas de operación, asignación de rutas, y por supuesto, investigaciones y/o sanciones al incumplimiento de lo anotado, que por cierto, es muy poco o nada lo que se ha visto.
Ahora, el control de movilidad propiamente dicha, corresponde a la autoridad de tránsito de cada municipio y por ese motivo, cada uno de ellos, fija las medidas de restricción vehicular para todos los automotores que circulan en la respectiva jurisdicción, incluyendo los del servicio público, motivo por el cual, la Subdirección de Transporte del AMC, logró aumentar la “recocha” puesto que llegó el momento en que si un vehículo de servicio público, venía de un municipio vecino, se encontraba que en Cúcuta, estaba prohibido su desplazamiento.
Es hora de que en estos días de reducción vehicular en movimiento, se pongan de acuerdo los alcaldes que conforman el AMC, porque en medio de una amenaza letal, ofrecida por un virus, es necesario que se aclare el alcance de las funciones, toda vez que se debe evaluar si es necesario ampliar las responsabilidades de algunas dependencias y eliminar otras, de tal manera que la ciudadanía finalmente opine que la recocha de tránsito se acabó.
