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Impera la mala atención en Cúcuta
Muchas otras entidades amparándose en interpretaciones erróneas hacen lo que se les da la gana con el pico y cédula.
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Sábado, 31 de Octubre de 2020

Los establecimientos públicos y comerciales en Cúcuta no se caracterizan por tener una buena atención al público, por el contrario, debe uno rogar para que le reciban los pagos y, mucho más para hacer una consulta o interponer una queja o reclamo. Creo que nos hemos dejado vencer por el silencio cómplice de no exigir nuestros derechos y soportar en solitario la frustración y la impotencia que se siente ante tanta indolencia y maltrato. En ocasiones anteriores me he referido al inhumano trato de las EPS a sus pacientes en temas de atención y suministro de medicamentos, estas entidades están fuera de categoría.

Pero ahora muchas otras entidades amparándose en interpretaciones erróneas hacen lo que se les da la gana con el pico y cédula, y las medidas de bioseguridad. Por ejemplo el chileno Banco Falabella ubicado en el Centro Comercial Bolívar, completamente desocupado, con sus empleados mirando el celular y un policía acompañándolos, no permiten el ingreso del personal administrativo del sector salud, manifiestan que están exentos sólo los médicos. Desconoce el jefe de la entidad que fue consultado por su subalterno, que la salud funciona si todos los que trabajan en el sector lo hacen también. Si el conductor de ambulancia no presta su servicio, si los medicamentos no llegan a la farmacia, si los administrativos no compran los insumos, se pone en riesgo la vida de los pacientes. Luego no se puede discriminar a los trabajadores del sector salud, como lo hace el chileno Banco Falabella, creyendo equivocadamente que sólo salva vidas el médico.

El Gobierno Nacional cuando expidió el decreto No. 636 de 2020, dispuso en su artículo 9º. Garantías para el personal médico y del sector salud. Los gobernadores y alcaldes, en el marco de sus competencias, velarán para que no se impida, obstruya o restrinja el pleno ejercicio de los derechos del personal médico y demás vinculados con la prestación del servicio de salud, ni se ejerzan actos de discriminación en su contra.

¿No será un acto discriminatorio contra los empleados del sector salud, lo que el jefe del chileno banco Falabella en Cucúta hace, al no dejar ingresar a personal administrativo a una diligencia bancaria, aduciendo que la excepción es sólo para médicos?

La verdad es que estamos tocando fondo y lo que se observa son largas filas en las calles de personas mendigando que les presten el servicio, pues las instituciones y sus empleados se encierran tras la puerta de cristal con aire acondicionado a mancillar la dignidad humana. Pareciera que la premisa de que el cliente tiene la razón, quedó en el decálogo sin uso del servicio al cliente. 

Lo más triste que es que toca ir a pagar la tarjeta antes de que expire el plazo, porque de lo contrario se activa el cobro coactivo que está diseñado para cobrarle hasta la sonrisa al cliente, esté o no satisfecho. Se necesita sindéresis en este tiempo para atender a los ciudadanos, que bastante golpeados se encuentran con los efectos de esta pandemia y creo que la humanización del servicio debe ser la prioridad a todo nivel. De lo contrario seguirá siendo una triste realidad que impera la mala atención en Cúcuta.

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