En una intervención reciente en un reconocido club social de la ciudad evoqué la personalidad del doctor Jaime Vidal Perdomo, tratadista de derecho público y autor de dos obras jurídicas importantes, con las que nos iniciamos en los estudios de derecho en 1980. Una de ellas, Derecho constitucional general, cuya primera edición data de 1978. Al fallecer el doctor Vidal Perdomo, el 28 de febrero de 2018, su familia encargó de mantener actualizada la obra al doctor Carlos Mario Molina Betancur, y la última intervención que le hizo el encargado fue publicada por Legis y la Universidad de Medellín el pasado 23 de septiembre de 2023, que ya está en las librerías. En su introducción nos dice el profesor Carlos Molina que al aproximarse en la obra a la historia y realidad política colombiana vale la pena esperar y “veremos si el nuevo gobierno de izquierda (2022-2026), forjador importante de la Constitución de 1991, dará aplicación adecuada al texto que tanto defendió en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991”.
Lo cierto es que en esa expectativa que plantea el profesor Molina estamos todos los colombianos desde el 19 de junio de 2022, momento en que se confirmó quién sería el nuevo presidente de Colombia. Indudablemente el actual mandatario de los colombianos atiende varios frentes, pero, es verdad de a puño que, desde su posesión el 7 de agosto de 2022, públicamente siempre se ha presentado o comportado como un dirigente conflictivo con las demás ramas del poder público y en campaña permanente; y en privado, trabaja con asesores propios y extraños para imponer en el país una agenda colectivista, ante la mirada complaciente y satisfecha de un sector de la población que, como decía el expresidente venezolano Carlos Andrés Pérez, cuando parecía inevitable el triunfo electoral del antiguo coronel Hugo Chávez: "Hoy los venezolanos no están pensando en un buen presidente, sino en un vengador”. Las anteriores palabras fueron complementadas con estas del mismo expresidente: “Cualquier política presidida por la venganza tiene que llevar necesariamente a un gran desastre para la nación”. Como el expresidente estaba condenado y reducido a las cuatro paredes de su apartamento, nadie le prestó atención y sus predicciones se cumplieron al pie de la letra. Pero ya era tarde.
De la presente administración, la del Pacto Histórico, han corrido apenas 19 meses, y el presidente ya dio el banderazo para iniciar la campaña presidencial de 2026. Lo que significa que los 29 meses venideros serán de polarización, radicalización presidencial, crispación, nervios alterados, pelos de punta y “Twitocracia”, porque, al decir de Eduardo Posada Carbó, el populismo ha utilizado Twitter para exacerbar la polarización e intoxicar el debate público. En definitiva, como dice Gustavo Bolívar, copartidario del primer mandatario: “Hay más presidente que gobierno”. Paulatinamente se diluye “la nación soñada”, de la que nos hablara Posada Carbó.
El profesor Carlos Molina Betancur nos pidió tiempo para conocer el resultado del gobierno de izquierda en Colombia, y sólo alcanzó a hacerle seguimiento a 17 meses del mismo, porque falleció en Bogotá en extrañas circunstancias el pasado 22 de enero, cuando se desempeñaba como Procurador Judicial II para Asuntos Administrativos de la Procuraduría General de la Nación. Mientras, seguiremos haciéndole seguimiento a la obra de gobierno del representante del Pacto Histórico y leyendo la obra actualizada de Jaime Vidal Perdomo, con nuevo nombre: Derecho constitucional general e instituciones políticas, al mejor estilo del tratadista francés André Hauriou.