Las sorprendentes revelaciones de conocida periodista, quien acusó, sin nombrarlo, a uno de sus jefes, de haberla violado durante gira de trabajo, causó el natural y obvio terremoto, pues, en desarrollo de la tradicional chismografía de los colegas de la prensa y la radio, se mencionaron varios nombres como el posible lobo feroz que se habría aprovechado, hace cerca de veinte años, del terror que habría causado un episodio que normalmente se mantiene en secreto y que muy pocas mujeres se atreven a confesar.
Entre los nombres que se mencionaron hubo uno que ocasionó asombro: el del expresidente Alvaro Uribe a quien se le conocía su amor por el poder y la Presidencia de la República pero que no su debilidad por las féminas, culpables de muchas guerras, incluyendo la que protagonizaron en tiempos remotos, griegos y cartagineses, a causa de los coqueteos de la hermosa Elena de Troya.
En fin, las mujeres no han sido inocentes culpables, sino todo lo contrario: causa primigenia de conflictos que han causado miles de muertos, invasiones, guerras, tiroteos, mechoniadas y problemas de todo género. No hay un hombre que pueda jurar que es inmune a los atractivos del sexo débil, sin que ello signifique que haya tenido el atrevimiento de atentar contra el pudor y los encantos de las damas.
Una cosa es admirar y otra muy distinta cometer atropellos contra la dignidad y los derechos de unas mujeres que cada día alcanzan más poder y respeto. Basta mencionar que todos venimos de una mujer y que los hogares son encabezados y dirigidos por las madres, muchas de las cuales sostienen, sin apoyo masculino, a una prole de ambos sexos. Si no fuera por las madres solteras, muchos niños andarían abandonados por las calles. Por eso y por muchas razones más merecen todo el apoyo y respaldo del llamado sexo fuerte, que muchas veces no lo es sino para tomar trago, tener varias amantes y gastar todo el sueldo en vicios.
Pero si Uribe ha salido indemne de los cargos, no ocurrió lo mismo con su colega Donald Trump, quien fue autor de episodio vergonzoso que no le ocasionó lo obvio en sociedad moralista: su derrota en las elecciones presidenciales, como si le pasó a otros candidatos gringos. Se supo que el mandatario pagó a pechugona artista porno la suma de 130 mil dólares por servicios sexuales.
Como si lo anterior no fuera suficiente, las autoridades judiciales revelaron la detención, en Venezuela, de un antisocial sindicado de la violación de 500 niños, de corta edad, a los cuales engañaba con regalos para luego aprovecharse de ellos. En fin, los colombianos seguimos siendo campeones en todo tipo de delitos, incluyendo atentados contra los niños, el futuro de Colombia. ¡¡Sólo eso nos faltaba!!!GPT
