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Delitos sexuales en Norte de Santander y Cúcuta, algunos datos
Colombia soporta muchas tragedias que afectan a los más vulnerables.
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Viernes, 1 de Septiembre de 2017

“Calificar a la violencia de género como un ‘asunto de mujeres’ es parte del problema. Da a una enorme cantidad de hombres la excusa perfecta para no prestar atención”. Jackson Katz

Colombia soporta muchas tragedias que afectan a los más vulnerables,  que no son visibilizados, y  sufren de la indiferencia pasmosa e hipócrita de una sociedad alevosa, que busca guardar las formas sin cambiar el fondo, y se sacude con la emocionalidad mediática dada la importancia del victimario. Este es el caso de los delitos sexuales cometidos especialmente contra las mujeres y menores de edad, lo que refleja una sociedad decadente y con una escala de valores no solo invertida, sino ulcerada.

Según el Observatorio del Delito de la Policía Nacional, se registraron 23.253 casos de delitos sexuales contra las mujeres en el año 2016, aunque los datos de Medicina Legal son mucho menor, no deja de ser preocupante esta situación, donde casi siempre son los familiares los principales presuntos responsables, seguidos de la pareja o expareja, y son   Bogotá, el departamento de Antioquia y Valle del Cauca donde se reportan el mayor número de casos.

En el marco del conflicto armado la cifras son escalofriantes, tal como lo presentó un estudio reciente intitulado “Encuesta de Prevalencia de violencia sexual en contra de las mujeres en el contexto del conflicto armado colombiano 2010-2015”, realizado por varias asociaciones de víctimas. Se estimó que  “875.437 mujeres fueron víctimas directas de algún tipo de violencia sexual… en promedio, 145.906 mujeres fueron víctimas directas de algún tipo de violencia sexual, 12.158 lo fueron cada mes, 400 lo fueron cada día y 16, cada hora”.

Aunque Norte de Santander  no ocupa el primer puesto frente al tema de delitos sexuales, tiene datos preocupantes. Según el Observatorio del Delito de la Policía Nacional, en el año 2016 se reportaron 677 casos (en promedio 1,8 casos por día), de los cuales el 84 % se cometieron contra mujeres, además el 40 % fueron actos sexuales con menores de 14 años y el 29 % acceso carnal abusivo con menor de 14 años; la mayoría de estos delitos se cometen en Cúcuta (el 50 % de todo el departamento), siendo el barrio Camilo Daza el de mayor incidencia. Lo anterior no sorprende en la ciudad, ya que en la encuesta de percepción ciudadana del Cúcuta Cómo Vamos cuando se le pregunta a la gente ¿cómo se comportan los habitantes de la ciudad frente al respeto por las mujeres?, solo el 38 % considera que las respetan.

Hasta el 30 junio de lo corrido del año, van  267 casos, en su mayoría contra mujeres y menores de edad.  Urge visibilizar el problema y responder efectivamente a este fenómeno, no solo con el endurecimiento del castigo  en el Código Penal, sino con rutas de atención y prevención, además de  procesos educativos que puedan romper con los valores que rigen estas sociedades claramente patriarcales, que cosifican las mujeres, socavan sus cuerpos, la dignidad y su alma. Hay que cambiar la cultura, como dice la directora ejecutiva del Centro para el Liderazgo Global de la Mujer, Charlotte Bunch: “La violencia sexual, racial, de género y otras formas de discriminación en la cultura no pueden ser eliminadas sin cambiar la cultura”.

En Norte de Santander y Cúcuta debe afrontarse este problema con urgencia; no son solo cifras frías, son realidades dolorosas para las mujeres y sobre todo las menores de edad. Debemos ir más allá de celebrar los días donde afirmamos nuestro amor (el Día de la Madre, la Mujer, el Niño, etc.) para justificar las adicciones etílicas, hay que comprometerse con cambiar este estado de cosas.

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