Octubre 10
5 a.m. El mar está calmo, pero la tripulación anda alborotada. No he podido dormir. Se percibe en el aire no solamente el sudor salobre de los marinos, sino el peligro de un enfrentamiento entre los del SÍ y los del NO. Los primeros quieren que sigamos, a pesar de que se nos están agotando las provisiones. Resulta que nos pusimos a repartir mucha mermelada, y ahora nos quedamos sin una gota de dulce. Los del NO dicen que lo mejor es devolvernos antes de que sea demasiado tarde. Yo no sé ni qué hacer.
12 m. He pasado toda la mañana en el camarote. No he querido salir porque mis amigos me aconsejan que no dé la cara por ahora. He estado redactando dos discursos: Uno por si gana el SÍ, es decir, si llegamos a tierra firme, como es mi deseo, y otro por si nos toca dar marcha atrás, o sea el NO.
7 p.m. Mis vigías han creído ver algunas luces en el horizonte, lo que es una muestra de que estamos cerca de lograr lo que queremos. Mañana con la luz del día veremos de qué se trata. Le estoy pidiendo a Cristo y a los santos buenos que me ayuden. Amanecerá y veremos. Lo que yo quiero es algo así como ganar una medalla o un premio internacional. En realidad, la tierra firme no es que me importe mucho.
Octubre 11
5 a.m. Otra noche sin dormir. Debo estar ojeroso y viejo y feo, por los sufrimientos que he tenido que soportar desde que me metí en esta aventura. Las ganas del premio so n muy intensas. Nada se ve, nada se percibe en el horizonte. Y los opositores cada vez gritan más. Ordené hacer un sondeo en el cual lógicamente ganemos los del SÍ.
12 m. Hay hierbas en el agua, buena seña. El chef ha venido a decirme que las de hoy son las últimas raciones que nos quedan. Lo obligué a guardar silencio sobre el tema. Yo soy el único que puede dar declaraciones.
5p.m. Los milagros existen, estoy seguro. Tengo la corazonada de que estamos llegando. La siesta me hizo daño porque tuve pesadillas atroces. Soñé que los del No ganaban. Tengo mareos y dolor de cabeza.
12 de octubre
4 a.m. Me despertaron los gritos de “tierra, tierra”, de mis marinos. Coronamos. Me gané el premio. Habrá oro hasta para botar pa´lo alto. Quiero verles la cara a los del NO. Quiero ver cómo les quedó el ojo.
6 a.m. He declarado día cívico esta fecha. Que todo el mundo sepa lo verraco que soy yo. Estoy dándole la puntada final a mi discurso.
7 a.m. Me he puesto mi mejor vestido y tengo un mejor semblante. Soy ganador. Mi discurso arrancó aplausos de todo el mundo, en especial de mis colaboradores. De todas partes me felicitan. El sistema morse no da abasto ante tantos mensajes que me llegan.
9 a.m. Pero tengo que ser humilde. Que el oro que saquemos no me empalague. Habrá monedas para todos. Y ahora sí, que se me venga la gloria encima, que yo soy capaz de resistirla.
12 m. Hay mucho indio por aquí rondando. Vamos a ver qué los ponemos a hacer. Ningún descubridor había logrado antes la hazaña que yo logré. La historia está conmigo.