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Algunos retos y problemas que debe enfrentar el ‘viejito del megáfono’ y su gabinete
La corrupción es un monstruo de numerosas cabezas.
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Sábado, 2 de Noviembre de 2019

El alcalde electo de Cúcuta tiene muchos retos y problemas por resolver; lo primero que hay que reconocer con honestidad y con ponderación es que el “viejito del megáfono”, el Sr. Jairo Yáñez y su equipo de gobierno no podrán solos por más buenas intenciones y por más que el gabinete posea una formación de alto nivel. Segundo, esta afirmación no es subjetiva, se sustenta en numerosos estudios y en las evidencias resultantes donde he tenido la oportunidad de trabajar con profesores y jóvenes investigadores de esta región en temas como: el desempeño económico y exportador, el mercado laboral, los avances y obstáculos del sistema educativo, los desarrollos en ciencia, tecnología e innovación, los resultados en pobreza y desigualdad que son factores fundamentales del desarrollo territorial y de la competitividad de Norte de Santander en especial de Cúcuta. 

Tercero, la corrupción es un monstruo de numerosas cabezas, múltiples rostros y tentáculos que ha permeado el imaginario colectivo, la administración pública y al sector privado. Por eso llena de alegría y esperanza que la ciudadanía y el sector privado hayan realizado un cambio sustantivo en sus costumbres electorales para elegir a un alcalde que en su propuesta y en los debates planteó una lucha frontal contra la corrupción. 

En tal sentido, “el viejito del megáfono” y su gabinete deben tomar decisiones con base en la evidencia disponible para mejorar la propuesta de gobierno y construir un plan de desarrollo que integre las agendas en lo económico y lo social, dicho trabajo, debe contar con una amplia participación ciudadana, es decir, con la gente de a pie, esa  población que no tiene influencia política ni tiene representantes gremiales, esa ciudadanía que carece de oportunidades económicas y sociales en su vida cotidiana. Por lo que el nuevo gobierno no puede permitirse ser secuestrado por los grupos de presión porque su correlato es la captura de rentas y un mayor debilitamiento institucional que genera baja capacidad para resolver los problemas de interés general como demuestra el nobel de economía: Angus Deaton en el libro El Gran Escape (2015). 

Este  plan de desarrollo no solo debe ser aspiracional, debe poseer un contenido estratégico realizable y la posibilidad de ser evaluado en sus metas, objetivos, estrategias, programas y proyectos, al igual que en la asignación de recursos y de responsables. Y sobre todo que se asuma con humildad que los problemas a resolver con el plan desarrollo son estructurales y las acciones de gobierno son limitadas, aunque en su diseño temporal el plan de desarrollo deba ser costo-eficiente (efectivo) y generar impacto que hacen necesario el diseño de políticas locales enfocadas en el desarrollo de emprendimientos de alto valor que paulatinamente disminuyan el desempleo y la informalidad laboral; este componente de política pública debe estar articulado a las políticas territoriales de educación, pobreza y  desigualdad. Aquí es clave el rol del sector privado y de la ciudadanía, porque el alcalde electo no tiene una varita mágica para conjurar los problemas y se requiere de articulación institucional y de una toma de decisiones con base en la evidencia.

El monstruo  de la corrupción requiere de la combinación de alternativas con base en la cultura ciudadana y el control social. Adicionalmente, es necesario que el nuevo gabinete se blinde ante los tentáculos y sus ofertas. En complemento, es importante la presencia institucional de los organismos nacionales como la Fiscalía, la Procuraduría y la Contraloría, asi como de organizaciones no gubernamentales y de Cooperación Internacional. Porque las acciones contra la corrupción deben ser cuidadosamente planeadas y ser muy efectivas para evitar el fracaso y la repetición del ciclo de decepción, de desesperanza social,  de inestabilidad económica y la consecuente generación de oportunidades concentradas en grupos privilegiados o en grupos que trafican sus “derechos y deberes” mediante el clientelismo y la corrupción.

*Docente e investigador de la Universidad Libre (Seccional Cúcuta). Twitter: @jramiz17 

Email: jramirez7801@gmail.com 

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