“Hemos realizado los Consejos Departamentales de Gestión del Riesgo con todas las autoridades (hay actas), contratamos nuestros equipos de despliegue a todos los municipios, y llevamos a hoy más de 100 mil vacunas aplicadas, acompañados de la Organización Panamericana de la Salud”, señaló la gobernadora del Tolima.
La funcionaria le recordó al presidente que fue él –durante el Consejo de Ministros del pasado 26 de marzo– quien afirmó que el brote de fiebre amarilla había ocurrido solo en unos “micos” y que ya estaba controlado.
Al decretar las emergencias económica y sanitaria, el Gobierno Nacional podrá destinar recursos de manera más ágil, evitando trámites y licitaciones.
En el pasado ya lo ha hecho, decretando un estado emergencia económica en La Guajira (2023) y otro de conmoción interior en la región del Catatumbo (enero de 2025), sin que a la fecha se hubieran solucionado los problemas que las generaron.
Medidas frente a la emergencia
El Ministerio de Salud destinó 23.003 millones de pesos para intensificar la campaña de vacunación contra la fiebre amarilla, enfocándose en municipios de alta incidencia. Jaramillo anunció la reactivación de controles en aeropuertos y terminales, exigiendo el certificado de vacunación a viajeros provenientes de países con brotes, como Brasil y Perú.
La Secretaría Distrital de Salud de Bogotá reportó que, aunque la capital no es endémica, recibe casos de regiones afectadas, por lo que habilitó 15 puntos permanentes de vacunación gratuita.
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Jaramillo cerró su intervención invitando a las familias a proteger a sus hijos mediante la vacunación, subrayando que las dosis están disponibles sin costo para todos, incluidos los migrantes.
“La salud de los niños es una prioridad que nos une como sociedad”, concluyó el ministro, insistiendo en que la inmunización es la herramienta más efectiva contra enfermedades prevenibles como la fiebre amarilla.
¿Qué es la fiebre amarilla?
La fiebre amarilla es una enfermedad infecciosa que se transmite por mosquitos que, por lo general, pican durante el día. Hay 34 países de África y 13 de América Central y del Sur en los que la enfermedad es endémica. Se puede prevenir mediante vacunación.
“El periodo de incubación de la fiebre amarilla es de tres a seis días. Muchas personas no experimentan síntomas. Algunos síntomas comunes son: fiebre, dolor muscular, dolor de cabeza, pérdida de apetito, náuseas o vómitos. En la mayoría de los casos los síntomas desaparecen en tres o cuatro días”, señaló la Organización Mundial de la Salud.
La OMS advirtió que hay pacientes que se ven más afectados y que entran en una fase tóxica donde, generalmente, se afectan el hígado y los riñones.
“En esta fase son frecuentes la ictericia (color amarillento de la piel y los ojos, hecho que ha dado nombre a la enfermedad), el color oscuro de la orina y el dolor abdominal con vómitos. Puede haber sangrado por la boca, nariz, ojos o estómago. La mitad de los pacientes que entran en la fase tóxica mueren en un plazo de siete a diez días”, puntualizó la OMS.
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