La industria de modelaje webcam de Colombia se manifestó por medio de un informe que denuncia condiciones de trabajo abusivas y antihigiénicas, además de asegurar coacciones para realizar actos sexuales no consentidos.

Se trata de un informe Human Rights Watch (HRW), que es una ONG internacional que investiga y defiende los derechos humanos en todo el mundo. Fundada en 1978, HRW documenta abusos y presiona a gobiernos para promover políticas de derechos humanos.

El informe se tituló: “’Aprendí a decir no: Abusos laborales y explotación sexual en los estudios de webcam colombianos”, y cuenta con 175 páginas donde se expone las condiciones de trabajo en los estudios de webcam de Bogotá, Cali, Medellín y Palmira, donde las modelos graban contenidos que son difundidos por plataformas para adultos y retransmitidos en todo el mundo.

El documento contó con la participación de organizaciones de defensa de los derechos de las trabajadoras sexuales, La Liga de Salud Trans y la Corporación Calle 7 Colombia. Las investigadoras de Human Rights Watch pasaron 18 meses investigando los estudios de webcam para adultos en Colombia, y entrevistaron a 55 trabajadoras sexuales con experiencia en el sector.

Wencams sufren explotación laboral

Modelos de webcam en Colombia denuncian graves abusos por parte de los estudios. Entre esas condiciones, manifestaron que deben trabajar más de 18 horas diarias sin descanso.

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El informe anotó que a nivel global las plataformas que transmiten a las modelos se quedan con entre el 50% y el 65% que pagan los espectadores. La cuestión es que en Colombia, las personas entrevistadas sostienen que los estudios se quedan hasta con el 70% de lo que paga la plataforma, lo que reduce el salario de las trabajadoras.

“Las plataformas de webcam para adultos con sede en EE. UU. y Europa deben abordar de inmediato los abusos laborales y la explotación sexual en los estudios de webcam colombianos”, indica el documento.

Y es que en el documento se leen denuncias que informan que las modelos trabajan en cubículos pequeños y reducidos, con falta de ventilación y hasta tienen que lidiar con plagas como chinches y cucarachas.

En algunos casos se presentan abusos verbales, físicos y sexuales por parte de los administradores de los estudios, y “hasta coacción para realizar actos sexuales a los que no dieron su consentimiento”.

El problema es, aún más grave, si se tiene en cuenta que las pésimas condiciones laborales incluyen el robo de sus salarios. De hecho, las entrevistadas contaron que en algunos estudios reciben multas por hacer pausas para comer e ir al baño.

Sus herramientas de trabajo no son las mejores, pues los computadores están en malas condiciones y “están cubiertos de fluidos corporales de otros empleados”.

Estimaciones dan cuenta que en Colombia puede haber entre 100.000 y 400.000 modelos webcam.

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