Ferney Andrés López esboza bondad con cada sonrisa. Habla pausado, sereno. Tiene 36 años. La camisa impoluta, la barba a ras, las botas lustradas. Le gustan la literatura y la filosofía. Se moviliza en silla de ruedas debido a una enfermedad que tiene desde niño y mucho sabe de discriminación, de exclusión, de falta de oportunidades.
Pero hace tres semanas cumplió un sueño que renovó su fe en una sociedad más inclusiva para la población con discapacidad: es uno de los ocho gestores viales de Guarne y tal vez un caso único en el Oriente antioqueño, puede que hasta en todo el departamento.
A finales de mayo pasado se integró al equipo de la secretaría de Movilidad y aún sigue siendo sensación para muchos cuando lo ven en las calles del municipio donde nació, en medio de buses, chivas, motos y carros. Él les pita para alertarlos, poner orden en las vías, evitar infracciones. Los conductores le pitan a él para saludarlo y algunos transeúntes se acercan a preguntar o a conversar.
Lea aquí: Docentes vuelven a protestar frente a la Gobernación de Norte de Santander
Tal vez dentro de poco se acostumbren del todo a verlo trabajar, mientras él sigue perfeccionando sus tareas y termina de coger la seguridad que requiere la labor que desempeña, esa que era inimaginable hace solo tres años.
“Solo una oportunidad”
Si de recordar una anécdota se trata, Ferney rememora cuando su padre lo llevaba en caballo a la escuelita de la vereda. Lo trepaba delante de él, lo sostenía fuerte y emprendían caminos que de otra forma no hubiera podido transitar. Le gustaba estudiar y era aplicado con sus deberes, por eso, hoy revive la frustración que sintió el día que les robaron el caballo, tuvo que dejar la escuela un año y seguir aprendiendo en casa. Después de eso volvió al colegio y culminó el bachillerato.
Le puede interesar: Con las victorias de Estados Unidos y Uruguay, así quedó el Grupo C de la Copa América
Ferney nació con distrofia muscular de Duchenne y creció viendo debilitarse sus músculos, “de forma progresiva”, dice. Se crió en una familia de cinco hijos que siempre lo ha apoyado, sus padres y sus hermanos son todavía un soporte tan emocional como físico. Se les infla el pecho de orgullo desde que pertenece al equipo de tránsito de Guarne.
La secretaria de Movilidad del municipio, Carolina Osorio, señala que tenerlo como contratista fue una apuesta del alcalde Mauricio Grisales de fortalecer la inclusión dándole una opción de empleo formal en un sector como el del transporte que de por sí es más difícil para una persona con una discapacidad como la de Ferney.
De él resalta la dedicación y el carisma para acercarse a la comunidad, incluso en medio del caos que puede representar en ocasiones el alto flujo vehicular.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion