Bogotá está sacudida por una historia que parece sacada de un thriller de terror. Daneidy Barrera Rojas, mejor conocida como Epa Colombia, rompió el silencio desde la cárcel El Buen Pastor y reveló algo que dejó a más de uno con la piel de gallina. En una entrevista exclusiva con la revista Semana, la influenciadora aseguró que la pequeña Sara Sofía Galván, la niña desaparecida en 2021, se le apareció en su celda.
Según Epa, el espeluznante episodio ocurrió de madrugada. Despertó con la sensación de que alguien la observaba. “Sentí que alguien estaba ahí. Me volteé y vi a una niña. Era ella”, relató. “Yo no podía moverme, se me heló el cuerpo. Me miraba fijo y me dijo: "mamá mintió".
Pero eso no es todo. Barrera Rojas reveló otro dato estremecedor: en prisión, su vecina de celda es nada más y nada menos que Carolina Galván, la madre de Sara Sofía, quien fue condenada a 42 años de prisión junto a su pareja, Nilson Díaz, por la desaparición de la menor. “Ella duerme al lado mío. Yo la veo todas las noches, como si nada”, contó.
El caso de Sara Sofía ha sido uno de los más enigmáticos de los últimos años. La niña fue reportada como desaparecida en Bogotá, y su madre, en un testimonio que aún genera dudas, aseguró que su hija había muerto y que lanzó su cuerpo al río Tunjuelito. Sin embargo, nunca se hallaron pruebas definitivas de esta versión.
Las declaraciones de Epa Colombia han revivido el misterio. ¿Fue solo un sueño? ¿Una visión? O, como muchos temen, ¿una manifestación de algo que aún no ha sido contado? Lo cierto es que esta historia sigue dejando más preguntas que respuestas…
“Amiga, sácame de acá”: las impactantes confesiones de Epa Colombia desde la cárcel
Desde las sombras de su celda en la prisión El Buen Pastor, Daneidy Barrera Rojas, más conocida como Epa Colombia, rompió el silencio en una entrevista con la revista Semana. Más allá de la estremecedora aparición de Sara Sofía Galván, la influenciadora reveló detalles inquietantes sobre su vida tras las rejas.
El encierro le ha pasado factura. Ha perdido peso, la comida es escasa y de dudosa calidad, y el frío de la celda la hiela hasta los huesos. “Aquí la comida es horrible, amiga. Me estoy quedando en los puros huesos”, confesó con una mezcla de angustia y resignación.
Pero el verdadero horror lo vive cada noche. Comparte celda con Carolina Galván, la madre de Sara Sofía, condenada por la desaparición de su propia hija. Epa no oculta su incomodidad. “Ella duerme al lado mío, la veo todas las noches y me da escalofríos”, reveló.
Para escapar de la rutina asfixiante, Barrera ha decidido sumarse a las labores de mantenimiento de la prisión, con la esperanza de reducir su condena. Sin embargo, su verdadera lucha es otra: salir de allí cuanto antes. “Solo quiero estar con mi hija, verla crecer”, dijo entre sollozos.
Con una hija de apenas diez meses esperándola afuera y su emporio empresarial en pausa, Epa Colombia lanza un último grito de auxilio: “Amiga, sácame de acá”.
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