A sus 79 años, el ingeniero Rodolfo Hernández Suárez falleció este lunes, 2 de septiembre, tras padecer cáncer.
Aunque en los últimos nueve años tuvo mayor protagonismo por su carrera política en la Alcaldía de Bucaramanga, su intento para ocupar la Presidencia de la República y los procesos judiciales en su contra, Hernández Suárez también se destacó como un empresario exitoso en el sector de vivienda y construcción en el área metropolitana de Bucaramanga.
Con su empresa HG Constructora, Hernández Suárez se dedicó a proyectos en diferentes sitios del área metropolitana de Bucaramanga, especialmente para sectores de clase baja y media en los municipios de Piedecuesta y Girón.
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Forjó una amplia fortuna gracias a su estrategia de venta conocida como ‘Plan 100′, que permitió que familias del área metropolitana accedieran a la vivienda con créditos directos con su constructora, sin necesidad de acudir a bancos.
¿Cómo se forjó el legado empresarial de Rodolfo Hernández Suárez ?
De origen piedecuestano y tras su paso por el Colegio Santander, Hernández Suárez se graduó de ingeniería civil en la Universidad Nacional. Terminados sus estudios, regresó a su tierra y tuvo un corto paso por la Oficina de Caminos Veredales en Santander, a finales de los años 60.
Jorge Figueroa Clausen, quien fungió como Secretario de Desarrollo de la Alcaldía de Bucaramanga en la administración de Hernández (2016-2019), recuerda que Hernández Suárez se describía como un “estudiante promedio” y se negaba a los calificativos de ‘genio’.
Luego de salir de ese cargo público, Hernández Suárez pasó a su faceta de constructor y en asocio con Guillermo Gómez Serrano y Abelardo Serrano Otero, en su natal Piedecuesta, comenzó su primer proyecto de vivienda. Allí nació la constructora que, según reporta la Supersociedades, fue constituida el 29 de julio de 1971.
Quienes siguieron su carrera como empresario lo recuerdan por sus inicios con pequeños programas de vivienda familiar y urbanizaciones en el municipio garrotero.
De allí, Hernández Suárez comenzó a forjar su emporio en la construcción de viviendas. A la par, iba expandiendo sus propiedades con la compra de tierras. Dos de sus fortines en la construcción fueron Girón y Piedecuesta, aunque su compañía tuvo proyectos en otros lugares del área e incluso del país.
Con el paso de los años, logró la consolidación de su fortuna, la cual tasó en más de US$100 millones hace un par de años, cuando se encontraba en su candidatura presidencial. A corte de 2023, la Constructora HG reportaba un patrimonio de $57.225 millones, según el reporte de Supersociedades.
“El consideraba que la mejor forma de conservar capital era adquirir tierras”, sintetizó el ingeniero civil Miguel López Acevedo, quien fue director del Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB, e hizo parte la junta del Acueducto Metropolitano de Bucaramanga, amb. Además, conoció a Hernández Suárez durante los años 80, cuando empezaba el vuelo empresarial del excandidato presidencial en el sector de la construcción.
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López Acevedo advierte que Hernández combinó la “gestión y visión” en la compra de tierras en el departamento, especialmente en el área metropolitana para desarrollar posteriormente proyectos de vivienda.
Para Figueroa Clausen, esa era una de las virtudes que tenía Hernández Suárez: la compra de tierras para negocios a largo plazo y no una explotación de momentánea.
“Transformó Piedecuesta con las primeras urbanizaciones de vivienda para la clase media y baja”, explica Figueroa Clausen.
El Plan 100
Uno de los éxitos que allegados, amigos y empresarios del sector de la construcción le reconocen a Hernández Suárez fue la estrategia Plan 100.
Ese método consistía en ofrecer vivienda a familias de clases media y baja en el área metropolitana con créditos directos, sin la participación de bancos. El mecanismo de financiación consistía en el pago del inmueble a 100 cuotas.
Rafael Marín Valencia, presidente de la constructora Marval S.A., destacó la visión de Hernández Suárez para implementar ese modelo de financiación. “El plan 100 fue novedoso en el sector”, resume el empresario.
“Fue un empresario que trabajó por desarrollar proyectos para familias de escasos recursos. Se destacó por presentar propuestas nuevas al sector”, destacó Marín Valencia, quien conoció a Hernández Suárez en 1984.
En ese punto coincide el ingeniero López Acevedo, quien reconoce que el fallecido empresario “innovó totalmente los mecanismos de comercialización de la vivienda, haciéndola más asequible”.
No obstante, para López Acevedo el punto de inflexión fue su carrera política. “Lamentablemente incurrió en confusiones éticas con respecto al ejercicio de la praxis política”, agregó el ingeniero López.
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