Un traslado con
acompañamiento
El proceso de reubicación inició en la madrugada, cuando las más de 30 familias partieron desde Bogotá hacia el departamento del Tolima. Esta vez, no escapaban de la violencia, sino que viajaban con la esperanza de empezar de nuevo. La Unidad para las Víctimas, bajo la dirección de Adith Rafael Romero, acompañó el traslado y se encargó de garantizar condiciones de dignidad y seguridad para estas personas.
Contrario a lo expresado por el diputado, el Gobierno aclaró que sí hubo coordinación con la Alcaldía de Honda y la Gobernación del Tolima, y que ambos entes han participado en los encuentros convocados para garantizar una llegada ordenada.
Consejo de Seguridad y Plan
de Reubicación
Como parte de este proceso, el pasado miércoles se llevó a cabo un Consejo de Seguridad y una mesa de diálogo territorial. Estos espacios sirvieron para articular acciones entre instituciones del orden nacional, regional y local, así como con organizaciones de víctimas y la comunidad.
“Logramos la reubicación en condiciones de dignidad y seguridad para más de 90 víctimas del conflicto”, afirmó Zoraida Hernández, directora territorial central de la Unidad para las Víctimas. Explicó que se construirá un Plan de Reubicación para esta comunidad, con el fin de fortalecer su integración social y territorial.
Este plan contempla la implementación de proyectos productivos, así como la construcción de infraestructura social y comunitaria que permita afianzar el arraigo de estas familias en su nuevo hogar.
Atención inmediata y feria de servicios
Como parte de las medidas de atención inmediata, las familias reubicadas recibieron kits de cocina y de noche, que incluyen utensilios, colchonetas, sábanas y cobijas. Además, se programó una feria de servicios para el 12 de julio, donde las entidades del Sistema Nacional de Atención y Reparación Integral a las Víctimas (SNARIV) ofrecerán sus programas y recursos.
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Mabel Andrade, subdirectora territorial de la ARN, resaltó que este es un paso concreto en la implementación del Acuerdo de Paz. “Este ejercicio demuestra que se puede reconstruir el tejido social a partir del diálogo y acciones que generan convivencia y reconciliación”.
Un compromiso con
la paz y la reparación
Este proceso es parte de la estrategia del Gobierno nacional para atender a las comunidades más afectadas por el conflicto, especialmente en regiones como el Catatumbo, donde la violencia persiste. A través de un trabajo articulado con entidades como la ANT, la ARN, el ICBF y la Unidad de Implementación del Acuerdo de Paz, se busca brindar soluciones duraderas a quienes han sido víctimas del conflicto armado.
La Unidad para las Víctimas reiteró su compromiso de seguir trabajando para que esta reubicación sea sostenible, e hizo un nuevo llamado a la no estigmatización.
“Estas familias solo buscan vivir en paz, aportar a sus comunidades y reconstruir sus vidas. No se les puede condenar dos veces, primero con el conflicto, y luego con el rechazo”, concluyó la entidad.
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