Un nuevo derrame de crudo en zona rural del municipio de Bochalema ha encendido las alarmas en Cúcuta y su área metropolitana, debido a la posibilidad de que el petróleo alcance el río Pamplonita, fuente principal del acueducto que abastece a la capital de Norte de Santander.
El incidente se originó en una línea de conducción operada por Cenit, filial de Ecopetrol, sobre la quebrada La Selva.
La Opinión conoció que la pérdida de contención en la tubería se produjo en un tramo que no estaba en operación.
Tras el evento, la compañía Cenit activó protocolos de emergencia, incluyendo inspecciones terrestres y aéreas, así como la instalación de barreras de contención en puntos estratégicos para evitar que el crudo llegue al río Pamplonita.
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En coordinación con Aguas Kpital Cúcuta, operadora del acueducto local, se dispuso personal técnico para reforzar las medidas de prevención. Se han instalado barreras flotantes en la bocatoma y los desarenadores del acueducto, con el fin de proteger la fuente de captación de agua para la ciudad.
Según los reportes preliminares, se conoció que hasta el momento, la mancha de crudo no ha alcanzado el cauce del río. Sin embargo, persiste la preocupación en la comunidad, recordando emergencias similares en 2007 y 2011. En este último caso, un derrumbe en Chinácota ocasionó la ruptura de un oleoducto, dejando a Cúcuta sin suministro de agua potable durante casi 20 días.
Las autoridades locales y los organismos de emergencia continúan monitoreando la situación, mientras los habitantes de la región permanecen atentos al desarrollo de los acontecimientos. Este incidente subraya una vez más la vulnerabilidad de los sistemas hídricos frente a eventos relacionados con la infraestructura de transporte de hidrocarburos.
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