Dificultades
Uflandia Alfonso Feliciano, presidenta de la Asociación de Mujeres Víctimas del Conflicto Armado de Cormoranes, fue víctima de desplazamiento en tres oportunidades y en 2006 llegó a Cúcuta, en donde sigue a la espera de ser indemnizada.
Esta mujer de 60 años asegura que a pesar de que la Ley 1448, como a muchos, le generó grandes esperanzas y la ilusión de que el Estado finalmente la reconocería por el sufrimiento que durante mucho tiempo padeció, 20 años después de su primer desplazamiento, continúa aguardando que eso ocurra.
Alfonso Feliciano reprochó que el sueño de recibir la tan anhelada respuesta por parte del Gobierno se esfumó en 2018, cuando establecieron una serie de condiciones prioritarias para acceder a la indemnización como la edad, la situación económica, el tener alguna discapacidad o enfermedad grave, entre otros requisitos.
“Esta Ley lo único que ha hecho es reconocer a las víctimas, pero no está haciendo nada por las víctimas. ¿Cuántos años más tenemos que esperar las víctimas que no cumplimos con esas condiciones que exigen? Cuando nos despojaron de nuestras tierras, a nosotros no nos pusieron ninguna condición, no miraron si teníamos alguna discapacidad, solo tuvimos que salir huyendo, sin esperanzas de nada”, cuestionó la lideresa.
La directora territorial de la Unidad para las Víctimas en Norte de Santander y Arauca, Johanna Gelvez Ascanio, reconoció que uno de los mayores desafíos en estos primeros 10 años que cumple la Ley es su financiación.
“Para poder indemnizar a todas las víctimas en el país necesitaríamos más de tres billones y esos recursos no están disponibles; es complejo poder sacar todos los recursos”, aseguró.
Explicó que se ha diseñado una ruta de priorización y que siempre y cuando las víctimas cumplan con los requisitos, ellas podrán acceder a su indemnización.
Retos y desafíos
Gelvez Ascanio manifestó que el mayor desafío en los próximos 10 años que seguirá vigente la histórica Ley de Víctimas, es poder continuar con el proceso de reparación, y especialmente la reparación individual, pues esto es lo que más solicitan las comunidades.
“La proyección que tenemos es que con la aprobación del Conpes para el financiamiento de la Ley, pronto nos den la buena noticia de que podemos tener los recursos disponibles para indemnizar a la mayor parte de la población en Norte de Santander y Arauca”, sostuvo.
La funcionaria explicó que la Unidad de Víctimas en el departamento tiene un plan de acción definido para este año y el próximo, pero que la prioridad es contar con unos recursos adicionales, pues solo de esa forma podrán llegar a una mayor población.
Recordó que el conflicto que persiste en Norte de Santander se constituye en otro gran reto para el cumplimiento de la Ley 1448, toda vez que el número de víctimas sigue creciendo y esto implica una mayor respuesta, pero que seguirán cumpliendo lo que dispone la norma.
“Continuamos recorriendo los territorios, escuchándolos de cerca y atendiendo sus necesidades para llevar a cabo la implementación de esta norma”, dijo.