Sin oportunidades
Las mujeres de más edad, debido a los escasos recursos económicos, nunca tuvieron la oportunidad de estudiar.
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Ahora las que quieren ir a prepararse a la universidad, afirman que les han cerrado las puertas.
Es el caso de Zayda Juliana Rico, que es la de menor de edad de la familia que cultiva y recolecta las variedades de fresas.
Para seguir con el propósito de superación se matriculó en el Sena, en donde hace la técnica en salud pública y se preparara para las pasantías.
“Cuando no tengo compromisos académicos me vengo a trabajar a la finca”, sostuvo Zayda.
Se quejó del comportamiento de algunas personas citadinas que, por ser gente del campo, las miran como un “bicho” raro.
“No nos da pena. Nos mostramos como somos y estamos orgullosos de ser campesinos. Somos mujeres empoderadas del campo y producimos los alimentos para las ciudades”, indicó.
Líderes
“Podemos trabajar y ser independientes. No solo estamos para los oficios domésticos, sino también sabemos laborar el campo para sostener nuestros hijos”, dijo Laura Gisella Gélvez Cacua.
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Estas mujeres se catalogan como verdaderas líderes e independientes, porque ganan dinero que lo invierten en los hijos y para suplir las necesidades que tiene toda mujer.
Pero reiteró que se sienten solas y abandonadas por los gobiernos, de los cuales nunca han recibido ayudas como impulsos para poder salir adelante.
“Toda la vida hemos estado así sin la ayuda de nadie. No vamos a dejar el campo por nada en el mundo”, afirmó, Alba Leonor Cacua, una mujer con las manos y la piel curtida por el trabajo.
Tiene 57 años, madre de cuatro de hijos adultos y toda la vida ha dependido de las labores agrícolas.
Rosa Omaira Cacua también se siente orgullosa de ser mujer rural, porque le ha dado la oportunidad de aprender muchas cosas relacionadas con la agricultura de clima frío.
“Es una labor muy bonita y así llueva, truene o relampaguee, siempre nos toca trabajar”, añadió.
María Herminia Montes se siente satisfecha por ser emprendedora y cultivadora de fresas.
Esta familia, espera algún día hacer parte del algún proyecto productivo, que sea duradero para que puedan seguir labrando la tierra en Monteadentro.