“Si no es para mí, no es para nadie”, habría sido la advertencia que en alguna ocasión le hizo Juan David Cardona Vega, de 20 años, a su novia Andrea Camila Escalante Moncada, de 24.
Y, al parecer, así lo cumplió. Este sábado, los dos aparecieron muertos en la sala de una vivienda ubicada en el barrio Atalaya Primera Etapa.
El hallazgo
Los disparos que se escucharon a las 7:06 de la noche en la manzana K2 con lote 9, de ese sector de la Comuna 8 de Cúcuta, alertaron a los vecinos, quienes no dudaron en dar aviso a la Policía Metropolitana.
Pero cuando los uniformados llegaron hasta la casa de donde provenían los disparos, jamás imaginaron encontrar una escena tan dolorosa: los dos cuerpos yacían juntos en la sala, rodeados de sangre, y en la mano de Juan David estaba la pistola con la que, presuntamente, se habría cometido el hecho.
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El lugar fue acordonado mientras llegaban los investigadores judiciales. Poco después, arribaron los familiares de Andrea Camila. Sus gritos y llanto inconsolable reflejaban el profundo dolor que los embargaba.
La mamá de la joven, destrozada, repetía una y otra vez que ya se lo había advertido: que ese hombre no le convenía y que debía alejarse de él. Sus palabras salían entre abrazos y lágrimas.
¿Por celos?
Este medio conoció que ‘Camilita’, como le decían con cariño, tenía planeado encontrarse esa noche con unos amigos para celebrar un cumpleaños. Una cita que nunca cumplió. Sus allegados la esperaron en vano, hasta que recibieron la trágica noticia.
Presuntamente, esa salida habría provocado una discusión, pues -según quienes la conocían- Juan David era un hombre celoso y posesivo, que no le permitía salir ni hablar con nadie.
“Ellos vivían juntos. Ella ya quería dejarlo porque él la celaba por todo. Se aguantó muchas cosas para que su familia no se diera cuenta de que estaba sufriendo. Pero ya no quería seguir más con él”, aseguró una persona cercana.
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Juan David trabajaba como vigilante en una ferretería y acostumbraba llevar su arma de dotación a la casa. Con esa misma pistola, según las autoridades, se habría cometido el crimen.
“Tenemos dos hipótesis: una es que él la estaba amenazando con el arma y se le disparó por accidente, porque el impacto lo tenía detrás de la oreja. La otra, que efectivamente la mató de forma intencional”, explicó una fuente judicial.
Lo cierto es que, tras verla muerta, Juan David habría llamado a un amigo y le dijo que sería la última vez que lo escucharía. Luego, se acostó junto al cuerpo de Andrea, se puso el arma debajo de la mandíbula y se disparó.
Le arrebataron los sueños
Andrea Camila era una joven llena de metas. Aunque tiempo atrás había perdido un bebé con su pareja, no permitió que eso la frenara. Todo lo contrario: se aferró a sus sueños con más fuerza para salir adelante.
“Estamos seguros de que él fue el que la mató y se debe estar pudriendo en el infierno. La golpeaba, la maltrataba. No hay denuncias porque ella era una niña muy fuerte, pero ya no quería seguir con él, y eso lo volvió peor que nunca”, dijo un ser querido de la víctima.
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